Partido y personalidad del candidato se imponen a programa a la hora de votar

  • La filiación a un partido político y la personalidad o trayectoria del candidato cuentan más que su programa electoral o sus promesas de campaña para los argentinos a la hora de decidir su voto para las legislativas del 27 de octubre.

Nerea González

Buenos Aires, 24 oct.- La filiación a un partido político y la personalidad o trayectoria del candidato cuentan más que su programa electoral o sus promesas de campaña para los argentinos a la hora de decidir su voto para las legislativas del 27 de octubre.

El partido y la personalidad del candidato son las principales motivaciones para votar por él para casi la mitad del electorado, según las conclusiones de un estudio del Centro de Opinión Publica de la Universidad de Belgrano (COPUB) al que tuvo acceso Efe.

Por detrás quedan otras motivaciones, como las propuestas de gestión (21 %), el voto de castigo al Gobierno de turno (12 %) o la elección del candidato favorito en las encuestas (10 %).

Ante las legislativas del domingo, los votantes del oficialismo apoyarán al partido con independencia del candidato, mientras que el electorado opositor valora más la personalidad y el recorrido del aspirante, según el estudio.

Los analistas consultados por Efe coinciden en señalar que la sociedad argentina se encuentra muy polarizada y que un sector de la población espera el surgimiento de una figura fuerte en la oposición que pueda convertirse en una alternativa real al kirchnerismo gobernante para las presidenciales de 2015.

"Creo que la gente sí está esperando que de la oposición surja algo. Hay muchas personas que dicen 'pensamos distinto del Gobierno pero no sabemos en qué apoyarnos o a quién dar el voto' porque la oposición está dispersa, no hay una figura que concentre las miradas", explicó a Efe Virginia García Bordeaux, codirectora del COPUB.

Sergio Massa, exjefe de Gabinete y alcalde de la localidad bonaerense de Tigre, se perfila como alternativa como cabeza del Frente Renovador que, según los sondeos, repetirá el triunfo que logró en las primarias de agosto.

"Está recibiendo adhesiones impensadas e insospechadas de mucha gente porque la irrupción de Massa tiene que ver con la necesidad de un liderazgo fuerte planteado por la sociedad, pero también con un emergente de un poder local que da respuestas a las necesidades de la sociedad", dijo a Efe Jorge Arias, analista de la consultora Polilat.

El estudio de la Universidad de Belgrano concluye que un 26 % de de los votantes de Massa le elegirán por su personalidad y trayectoria, un 21 % por ser el cabeza de lista del Frente Renovador y un 9% para que no gane el candidato oficialista.

También, pero en menor medida, se votarán sus propuestas sobre temas como seguridad, su gestión en la intendencia de Tigre o su decisión de separarse del Frente para la Victoria (FpV) de la presidenta Cristina Fernández.

Por el contrario, el votante oficialista apoyará a su candidato en la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, por su filiación política y no por su personalidad.

Sólo un 11 % de las papeletas de Insaurralde provendrá de su valoración personal frente a un 26 % de electores que votan por su pertenencia al Frente para la Victoria, según la investigación del COPUB.

La campaña ha venido marcada por la ausencia de Fernández, quien se recupera de una neurocirugía en la residencia presidencial de Olivos y se juega el próximo domingo mantener la mayoría del oficialismo en el Congreso durante los dos años que le quedan a su mandato.

Para expertos como Rosendo Fraga, del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, la convalecencia de Fernández no debería ser a priori una desventaja para los candidatos oficialistas dado que episodios como éstos suelen generar en la opinión pública sentimientos "de compasión y solidaridad".

Sin embargo, a tres días de las votaciones, los analistas coinciden en que se repetirán los resultados de las primarias, en las que el oficialismo, pese a ser la fuerza más votada a nivel nacional, sufrió un fuerte retroceso, pasando del 54 % obtenido en las presidenciales de 2011 a solo el 26 %.

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