Patronal y sindicatos lusos quieren subir el salario mínimo pese al Gobierno

  • Los principales sindicatos y patronales lusas están de acuerdo en que el salario mínimo debe subir en Portugal, pese a las advertencias del Gobierno de que su aumento podría perjudicar la recuperación financiera del país.

Lisboa, 1 abr.- Los principales sindicatos y patronales lusas están de acuerdo en que el salario mínimo debe subir en Portugal, pese a las advertencias del Gobierno de que su aumento podría perjudicar la recuperación financiera del país.

Dirigentes de las mayores organizaciones empresariales y centrales sindicales del país celebraron hoy dos reuniones separadas para intentar consensuar el importe y las condiciones del aumento.

Aunque todavía no hay acuerdo, todos se mostraron a favor de que el salario mínimo portugués, ahora de 485 euros mensuales, suba al menos a 500 euros.

Para el mayor sindicato, la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista), la cifra debería ser de 515 euros y tener carácter retroactivo a enero de este año, según indicó el presidente de la organización, Armenio Carlos, tras reunirse con la Confederación de Comercio y Servicios de Portugal (CCP).

El dirigente de la CCP, João Vieira Lopes se mostró, sin embargo, en contra de la retroactividad e indicó que en algunos casos la medida no debería ser aplicada hasta principios del próximo año, como los sectores cuyos convenios salariales son de carácter anual.

Lopes consideró además que "en una primera fase" se tendría que partir de los 500 euros, el objetivo que se negociaba en 2011.

En el otro encuentro bilateral, que reunió a la Confederación Empresarial de Portugal (CIP) y la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista), el sindicato se mostró de acuerdo con esa misma cifra pero sumada, "como contrapartida", a una disminución de la aportación a la Seguridad Social de los salarios más bajos.

A su vez el presidente de la CIP, António Saraiva, sostuvo que el aumento debería estar condicionado a otra reducción de la aportación patronal a la Seguridad Social y subrayó que la subida no debe ser superior a los 500 euros.

A pesar de las diferencias, desde todas las organizaciones laborales y patronales se destacó el impulso positivo que un aumento del salario mínimo tendría en la decaída economía lusa, por el mayor consumo interno.

Portugal, sumido en la peor crisis económica de las últimas décadas y sujeto a las condiciones del rescate financiero que pidió en 2011, acumula ya tres años de caída del PIB y aumento del desempleo.

Las reuniones sobre el salario mínimo forman parte de los encuentros entre organizaciones sindicales y empresariales para alcanzar una posición única ante el Ejecutivo del líder conservador Pedro Passos Coelho, que se ha mostrado contrario a la subida por sus efectos en los costes empresariales y las exportaciones.

Un aumento del salario mínimo portugués, congelado desde 2011 en 485 euros y 14 pagas anuales, también debería ser avalado por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que supervisan el rescate financiero de Portugal.

En el memorando firmado por las autoridades lusas con ambos organismos en abril de 2011, se estableció el compromiso de garantizar que los costes laborales apoyen la competitividad y supeditar cualquier aumento del salario mínimo a que las condiciones económicas lo justifiquen o al acuerdo entre todas las partes.

Entre las voces disonantes con la postura del Ejecutivo luso contraria a una subida también está el presidente del país, Anibal Cavaco Silva, perteneciente al mismo partido Social Demócrata (centroderecha) del primer ministro.

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