Piden 71 años al etarra Gogeaskoetxea por lanzar granadas a comisaría Oviedo

  • La Audiencia Nacional juzgará el próximo jueves al etarra Eneko Gogeaskoetxea por lanzar tres granadas en 1997 contra la Comisaría de Policía de Buenavista de Oviedo, dos de las cuales explosionaron tras impactar en un patio y en la calzada, unos hechos por los que el fiscal le pide 71 años de cárcel.

Madrid, 9 nov.- La Audiencia Nacional juzgará el próximo jueves al etarra Eneko Gogeaskoetxea por lanzar tres granadas en 1997 contra la Comisaría de Policía de Buenavista de Oviedo, dos de las cuales explosionaron tras impactar en un patio y en la calzada, unos hechos por los que el fiscal le pide 71 años de cárcel.

El fiscal reclama para Gogeaskoetxea diferentes penas carcelarias por un delito de estragos (16 años), tres de intentos de asesinato (45) y uno de lesiones (10), en base a unos hechos ocurridos el 21 de julio de 1997, cuando este etarra condenado en Francia por colaboración con banda terrorista colocó dos lanzagranadas con la ayuda de otro miembro de ETA.

Gogeaskoetxea, que pertenecía entonces al comando Katu de la banda terrorista, colocó los lanzagranadas junto al tronco de un álbum en una zona ajardinada que bordeaba la plaza de toros de la ciudad, a 53 metros de la comisaría.

Los etarras pretendían "causar la muerte a cuantos funcionarios públicos policiales se encontrasen en la comisaría", afirma el fiscal, que relata que sobre las 08.00 horas de ese día se lanzaron tres explosivos.

Una granada explosionó en la calzada a la altura del número 52 de la avenida de Galicia y otra en un patio interior de la avenida de Buenavista, mientras que la tercera no hizo explosión y fue hallada posteriormente en el tejado de un edificio y desactivada por los Tedax.

Como consecuencia de la explosión de una de las granadas en la calzada, una mujer que paseaba por la avenida Galicia sufrió heridas en el oído, y se causaron desperfectos en la vía pública y en varios edificios.

Del otro lanzagranadas no llegaron a salir los explosivos, que fueron luego desactivados por los agentes.

Cerca de los tubos lanzagranadas, escondido entre unos arbustos, el acusado o el otro etarra dejaron una fiambrera (trampa-bomba) con un kilo de clorato sódico y un temporizador que tenía fijada la alarma a las 09.00 horas, con el fin de causar la muerte a los funcionarios del Tedax que acudieran al lugar a desactivar los otros artefactos.

Finalmente, esta fiambrera no llegó a explosionar porque los agentes la consiguieron neutralizar antes, explica el fiscal, que también pide para el acusado una indemnización de unos 2.000 euros por daños materiales.

El juicio se celebrará el jueves y el viernes ante la sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en la sede del tribunal de San Fernando de Henares.

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