Pimec denuncia la práctica "generalizada" de imponer salarios "indignos"

Barcelona, 11 dic.- El presidente de la patronal Pimec, Josep González, ha reconocido hoy que muchas empresas han aprovechado la crisis y la reforma laboral para imponer salarios "indignos", una mala práctica, ha advertido, que está "bastante generalizada" y que no ayuda a la competitividad del país.

González ha analizado hoy la situación económica y de las pymes en un encuentro con la prensa, en el que también ha reclamado que se potencien y flexibilicen los contratos a tiempo parcial y ha lamentado el alto número de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) que anulan los jueces.

Según el presidente de Pimec, la reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP esta legislatura ha conllevado un proceso de ajuste salarial que, en su opinión, aún no ha concluido.

Aún así, ha admitido que "muchas veces" las empresas, tanto grandes compañías como pymes y de cualquier sector, han aprovechado el nuevo contexto económico y laboral para incumplir el salario mínimo establecido y pagar sueldos "miserables".

"Se tienen que tener salarios competitivos y bajarlos si es necesario, pero no se tiene que abusar y se tiene que respetar la política de salarios mínimos", ha declarado el presidente de Pimec, que considera que esta "mala práctica" perjudica al propio tejido empresarial y a la recuperación del país, porque limita la capacidad de consumo.

"Si se tiene que ser competitivo con estas malas prácticas, mal irá el país", ha incidido.

Sobre la segunda reforma laboral que prepara el Gobierno, González ha asegurado desconocer el contenido de la misma, aunque ha planteado algunas medidas que este nuevo texto debería contemplar, como, por ejemplo, la reducción de los diferentes tipos de contrato -"no más de tres o cuatro"- o la potenciación de la contratación a tiempo parcial.

"En un mercado tan difícil para encontrar un trabajo hay que enriquecer las alternativas que tienen las personas para hallar empleo", ha señalado González, que también ha defendido la implantación en España de los denominados 'minijobs' "como una alternativa más del contrato a tiempo parcial.

El empresario, por otro lado, ha criticado que hay jueces que "por simples defectos de forma" o porque cuestionan las causas objetivas de los ERE tumban las propuestas de regulación de empleo de las empresas.

"Habría que judicializar menos los ERE e intentar que sea un acuerdo entre las partes", ha apuntado.

Sobre la situación de la economía española, Josep González se ha mostrado "optimista" y ha augurado un crecimiento próximo al 1 % del PIB en 2014, pese a que diversos estudios sitúan este crecimiento entre el 0,6 y el 0,7 %.

En su opinión, la mejora del consumo interno impulsará esta recuperación, que vendrá también acompañada por un aumento de las exportaciones, de las inversiones y por una mejora del mercado de trabajo, que podría volver a generar ocupación neta.

Josep González también ha querido aprovechar el encuentro con la prensa para sacar pecho de la buena situación de la entidad, que cerrará un año más con resultado positivo, que tiene una tesorería saneada y que ha logrado mantener en unos 110.000 el número de asociados, a pesar del continuo cierre de empresas.

"Hemos intentado continuar con nuestra política comercial de buscar nuevas empresas que se afilien y el balance ha sido bastante neutro. Además, hemos hecho ajustes en las cuotas para mantener socios", ha explicado.

González ha indicado que el 60 % de los ingresos de Pimec provienen de las cuotas de los socios y de los servicios especiales que ofrece a las empresas, mientras que el 21 % corresponde a formación y sólo el 19 % restante a otras fuentes.

Ante los casos de presunta corrupción y malas prácticas que han salpicado en los últimos años a sindicatos y patronales, González ha destacado que Pimec "desgraciadamente es una excepción en los tiempos que corren" y ha reivindicado su modelo de gestión, serio y riguroso.

"No todo está mal, hay gente que hace las cosas con seriedad", ha subrayado el directivo, que no ha escondido su "preocupación por la situación que vivimos", que hace daño a la imagen patronal y sindical.