Policía confiesa que cinco jóvenes desaparecidos en México fueron asesinados

  • El octavo policía mexicano arrestado recientemente por la desaparición de cinco jóvenes a manos de uniformados de Veracruz (este) en enero pasado confesó que los chicos habrían sido asesinados en un rancho con la participación de un cártel narcotraficante, informó el lunes la subsecretaría de Derechos Humanos.

Los cinco chicos, entre ellos una joven de 16 años, fueron detenidos por policías y desaparecidos el pasado 11 de enero en Tierra Blanca, un peligroso municipio de Veracruz, cuando regresaban en un automóvil a su natal Playa Vicente, tras pasar un fin de semana celebrando el cumpleaños de uno de ellos.

El lunes las autoridades informaron sobre el arresto de un octavo agente estatal que fue testigo de cuando los policías llevaron a los jóvenes al rancho El Limón, en Tlalixcoyan, un municipio cercano a Tierra Blanca.

En ese lugar, este detenido fue testigo de "cuando los privan de la vida" y del momento del inicio "del proceso de desaparición de los cuerpos", dijo a Radio Fórmula Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos.

El funcionario explicó que los policías llevaron a los jóvenes al rancho El Limón y ahí los entregaron a seis integrantes del cartel Jalisco Nueva Generación, que son buscados como "responsables materiales" del asesinato.

El policía dijo que los jóvenes fueron asesinados, incinerados y sus restos triturados en un molino para caña, un caso ha sido comparado con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en septiembre de 2014.

"La detención de los jóvenes se hizo porque les parecieron sospechosos", sin que hayan cometido alguna otra falta, indicó Campa Cifrían, que agregó que los policías detenidos "estaban al servicio de este cartel".

El octavo policía describió también el momento de la detención de los muchachos y el traslado que los uniformados decidieron hacer ese día a un segundo punto para alejarse de las cámaras de vigilancia, así como cuando los llevaron a un tercer sitio en el que los interrogaron.

La declaración del agente resultó "clave", luego de que los primeros siete uniformados detenidos antes sólo habían dicho que habían entregado a los jóvenes a integrantes del crimen organizado.

Las autoridades se reunieron el lunes con los padres de los jóvenes, de entre 16 y 28 años, para informarles sobre lo narrado por el policía, en un crítico encuentro en el que tuvieron que ser apoyados por psicólogos.

Dos de las víctimas ya fueron identificadas a través de pruebas de ADN extraídas de un hueso y manchas de sangre hallados en el rancho El Limón, mientras que a los otros tres jóvenes no se les ha podido identificar.

Desde el día de la detención, un testigo constató que policías se llevaron a los chicos y su testimonio fue confirmado con imágenes de cámaras públicas de vigilancia que grabaron cuando eran llevados hacia un rumbo desconocido.

Bernardo Benítez, padre de una de las víctimas, dijo a la AFP que los padres de las víctimas piensan que cuando los policías vieron "a cuatro jóvenes altos y fuertes con una jovencita, que venían en un automóvil con vidrios polarizados" y con placas de otro estado, creyeron que eran integrantes de una organización criminal contraria que querían "meterse a su plaza".

A pocos días de la desaparición, las autoridades detuvieron en Tierra Blanca a tres integrantes del cartel Jalisco Nueva Generación, pero no han encontrado elementos para vincularlos con la desaparición de los cinco jóvenes, dijo Benítez.

Los padres de las víctimas, que desde el primer día se instalaron a vivir en un patio del ministerio público de Tierra Blanca para esperar noticias, creen que los policías "en su desesperación trataron de borrar todo rastro" de los chicos, al ver que sus padres empezaron a buscarlos pocas horas después de que se los llevaron.

La desaparición de estos cinco jóvenes se suma a los más de 26.600 desparecidos en México desde 2006, cuando inició la llamada guerra del narcotráfico.

lp/lm

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