¿Por qué Aung San Suu Kyi no presidirá el gobierno de Birmania?

    • Un artículo de la Constitución de 2008 promulgada por los militares veta en dicho cargo a las cónyuges de extranjeros y ella es viuda de un británico con el que tuvo dos hijos.
    • En caso de victoria, "dirigiré el gobierno" y "estaré por encima del presidente" escogido por los parlamentarios, advirtió Suu Kyi.
Aung San Suu Kyi, líder de la Liga Nacional para la Democracia (LND)
Aung San Suu Kyi, líder de la Liga Nacional para la Democracia (LND)

Millones de birmanos votaron este domingo en las primeras elecciones legislativas libres en 25 años, que podrían llevar al poder a la líder opositora y Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi. No obstante, pese a su victoria, Aung San Suu Kyi no podrá ser presidente porque un artículo de la Constitución de 2008 promulgada por los militares veta en dicho cargo a las cónyuges de extranjeros y ella es viuda de un británico con el que tuvo dos hijos. Sin embargo, la líder birmana ya ha anunciado que será ella la que mande en el Gobierno si su partido, como parece, gana las elecciones.

En caso de victoria, "dirigiré el gobierno" y "estaré por encima del presidente" escogido por los parlamentarios, advirtió Suu Kyi el jueves ante la prensa internacional, desafiando así las leyes impuestas por la junta.Suu Kyi sueña con una Birmania libre, alejada de la junta militar

Esta diputada de 70 años, líder de la Liga Nacional para la Democracia (LND), atrae a las masas. Suu Kyi sueña con ver Birmania alejarse definitivamente del período de la junta, que dejó el país en ruinas, oprimió a la población durante décadas y la puso durante 15 años en arresto domiciliario.

"Esta elección es una gran oportunidad de cambio para nuestro país. El tipo de oportunidad que sólo llega una o dos veces en la Historia", confesó algunos días antes la premio Nobel de la Paz durante un gran mitin en Rangún.

Para los birmanos que sufrieron la crudeza de la vida bajo una junta que aisló al país del mundo, Suu Kyi encarna aún hoy "sus esperanzas de un regreso a la democracia", estima Phil Robertson, representante de la oenegé Human Rights Watch en Asia.

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