Portugal rebaja más aún su meta de déficit, tras discusiones con la UE

  • El gobierno portugués aceptó reducir nuevamente su meta de déficit público en 2016, rebajándola a 2,2% del PIB después de haberla fijado inicialmente en 2,6%, anunció el viernes el ministro de Finanzas, Mario Centeno.

El nuevo gobierno socialista, aliado a la izquierda radical, también aceptó, tras arduas discusiones con la Comisión Europea, rectificar su previsión de crecimiento económico, rebajándola de 2,1% a 1,8%.

"Este es un presupuesto responsable, que respeta nuestros compromisos internacionales, pero es también un presupuesto diferente, que muestra que hay una alternativa" a la política de austeridad que se lleva a cabo desde 2011 en Portugal, declaró Centeno.

La Comisión Europea dio el viernes luz verde al nuevo proyecto de presupuesto de 2016 de Portugal, aunque advirtió que el país deberá realizar más esfuerzos para mantener el déficit bajo control.

El gobierno había entregado a Bruselas un primer proyecto de presupuesto el 22 de enero, pero tuvo que revisarlo para corregir desvíos importantes respecto a las normativas de la Unión Europea (UE).

"Es una buena noticia" para Portugal, declaró satisfecho el primer ministro portugués Antonio Costa, que muestra, según él, "que es posible cerrar la página de la austeridad y permanecer en la zona euro".

"La Comisión Europea aprobó (el proyecto de presupuesto) y considera que existen riesgos. Pero no hay presupuestos sin riesgo. Es el gobierno el que debe evitar los riesgos y consolidar la confianza", estimó Costa desde Berlín.

El gobierno portugués se comprometió este viernes, en una carta a Bruselas, a implementar medidas de rigor adicionales de un valor estimado en 1.100 millones de euros.

Para realizar este ahorro, el gobierno portugués se centrará en las recetas fiscales. Entre las medidas detalladas figura el aumento de una contribución extraordinaria de los bancos, una subida de los impuestos a los combustibles, a los vehículos y a las bebidas alcohólicas.

Paralelamente, el gobierno socialista --que regresó al poder en Portugal en noviembre-- prevé suprimir los recortes salariales de los funcionarios públicos, volver a instaurar la semana laboral de 35 horas en ese sector, reducir una sobretasa a los salarios y aumentar las prestaciones sociales.

Esta política marca un giro en relación a la impuesta por el precedente gobierno de derecha.

El país salió en mayo de 2014 de la vigilancia que conllevaba el plan de rescate internacional de 78.000 millones de euros (84.000 millones de dólares), acompañado de severos ajustes.

En 2015 registró un déficit público de 4,3% del PIB. Tiene además un importante nivel de endeudamiento, que no obstante se prevé que este año caiga a 125,8% del PIB, frente a 128,7% en 2015.

Se prevé también una caída de la tasa de desempleo a 11,3%, frente a 12,3% el año pasado.

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