A partir de hoy el Gobierno y el Grupo Socialista tendrán que negociar largo y tendido para que, la reforma del Código Penal vea la luz antes de verano. Y lo tiene difícil porque mientras que PNV, ERC-IU-ICV y BNG–los grupos que han presentado las enmiendas a la totalidad rechazadas hoy– critican el texto por el "creciente endurecimiento" de muchas de las penas, PP y CiU–sus principales apoyos para sacar adelante este proyecto de ley– le exigen más mano dura en determinados casos.
En su defensa del proyecto en la tribuna de oradores, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha señalado que las normas penales "no deben hacerse con el corazón, sino con la razón" y que la reforma que plantea el Gobierno es "necesaria, idónea y adecuada" para hacer frente a las nuevas formas de delincuencia.
El PP quiere que el nuevo Código Penal recoja la figura de la "cadena perpetua revisable" para los delitos más graves, como el asesinato terrorista o la muerte con agresión sexual. Argumentan que esta medida está muy extendida en las legislaciones de buena parte de los socios de la UE, pero el Gobierno se niega porque considera que es "inconstitucional" ya que limita los derechos fundamentales que se le reconocen al condenado. Caamaño ha acusado al PP de querer "puentear" la Constitución con esta propuesta
Los socialistas también califica la reivindicación de los populares de demagógica, ya que para los delitos graves la actual legislación ya establece penas de 40 años sin revisión.
Las enmiendas de CiU se centran más en endurecer las penas para delitos menores o faltas. Así, proponen penas de cárcel de 15 días a tres meses para quienes reincidan en faltas por hurto, hoy penadas con multas de hasta 400 euros o con castigos de localización permanente, que se cumplen en el domicilio.
No más casos como el de Marta del Castillo
El Grupo Catalán en el Congreso también quiere incluir medidas para evitar casos como el de Marta del Castillo. Para ello propone que se considere agravante ofrecer una versión de los hechos que "resulte inveraz" o cause "sufrimiento a las víctimas directas o indirectas" o cause un "grave perjuicio económico a las arcas del Estado".
También CiU pide endurecer las penas para los 'okupas' y los 'top manta'.
La libertad vigilada, el problema con los minoritarios
Una de las novedades de la reforma del Código Penal es la aplicación de la libertad vigilada para los condenados por delitos graves que ya hayan cumplido la pena. Esta nueva figura es la que más ampollas levanta entre PNV, ERC-IU-ICV y BNG, los grupos que han pedido la devolución del texto.
"Ójala podamos reformar algunas de las aberraciones del texto", ha asegurado Emilio Olabarría, diputado del PNV, mientras que el portavoz de ERC, Joan Ridao ha calificado el proyecto de "corte autoritario".
Olabarría, Ridao y Gaspar Llamazares, portavoz de IU, han criticado que el Gobierno haya acometido esta reforma del Código Penal por la presión de los medios de comunicación y las encuestas, que señalan un aumento en la preocupación de los españoles por su inseguridad. El Ejecutivo "está más preocupado por su mano derecha y por el telediario y lo que digan los medios de comunicación. Y ambos son insaciables", ha señalado Llamazares.
Otras novedades de la ley
Se crean nuevos delitos, como el de piratería, y se prevé una respuesta más contundente frente al terrorismo, los abusos contra los menores y las actuaciones que implican corrupción urbanística.
Por lo que se refiere a la corrupción urbanística, se introduce cambios como, por ejemplo, que se perseguirá expresamente a las autoridades y funcionarios públicos que silencien las infracciones urbanísticas que observen en el ejercicio de sus funciones.
El proyecto también endurece la lucha contra las conductas ilícitas en el sector privado, por ejemplo, regulando el cohecho o los actos encaminados a corromper a los administradores de empresas de forma similar a lo que se hace a través del delito de cohecho.
Además, se recoge por primera vez la responsabilidad penal de las personas jurídicas o la consideración de conductas punibles en el ámbito informático. Y se introduce la conducta de acoso laboral.
El terrorismo no prescribe
Otra de las novedades principales de esta reforma del Código Penal es la no prescripción para los delitos graves de terrorismo, es decir, los que hayan causado una muerte, las más graves lesiones físicas o psíquicas o que hayan consistido en el secuestro de una persona.
Esta medida tampoco gusta entre muchos de los grupos que han presentado enmiendas a la totalidad. Así, el PNV en una de sus enmiendas parciales pide que se elimine la imprescriptibilidad del terrorismo.
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