Presidente libanés pide a la justicia que ordene el arresto de secuestradores

  • El presidente libanés, Michel Suleiman, condenó hoy los recientes secuestros perpetrados en el país contra ciudadanos sirios e instó a la justicia libanesa a emitir órdenes inmediatamente de arresto contra sus autores.

Beirut, 21 ago.- El presidente libanés, Michel Suleiman, condenó hoy los recientes secuestros perpetrados en el país contra ciudadanos sirios e instó a la justicia libanesa a emitir órdenes inmediatamente de arresto contra sus autores.

"Los secuestros de sirios y turcos complican los esfuerzos para liberar a los rehenes (libaneses en Siria) y empañan la imagen y reputación del Líbano", dijo el mandatario, según un comunicado de su oficina de prensa.

Suleiman aludía a la ola de secuestros de decenas de sirios y de dos turcos por parte del poderoso clan chií de los Mokdad y otros grupos en represalia al rapto de once peregrinos libaneses el pasado mayo en la ciudad siria de Alepo, y al de Hasan Mokdad en Damasco hace una semana.

"Las autoridades judiciales tienen la obligación de tomar medidas inmediatas y emitir órdenes de arresto (contra los implicados en los secuestros) y las fuerzas de seguridad deben trabajar para obtener la liberación de los rehenes", subrayó.

Por su parte, el primer ministro libanés, Nayib Mikati, acusó hoy a "ciertas partes", sin nombrarlas, de querer implicar al Líbano en las crisis regionales, en alusión al conflicto sirio.

"Hemos advertido siempre contra el hecho de conducir al Líbano hacia las llamas que lo rodean, pero es obvio que numerosas partes desean implicar el país en esas crisis", dijo.

Además de los secuestros, al menos tres personas murieron y cuarenta resultaron heridas en nuevos enfrentamientos entre barrios rivales de la ciudad septentrional libanesa de Trípoli.

Los choques, en los que se emplearon armas automáticas y lanzagranadas RPG, tuvieron lugar entre los habitantes de los barrios Bab el Tebaneh, de mayoría suní, y Yabal Mohsen, mayoritariamente alauí, secta chií a la que pertenece el presidente sirio, Bachar al Asad.

Dirigiéndose a los habitantes de Trípoli, Mikati pidió calma y señaló que las Fuerzas Armadas han tomado las medidas necesarias para restaurar la seguridad.

La revuelta en Siria exacerba las tensiones en el Líbano, que vivió 30 años bajo hegemonía siria, y el país se mantiene profundamente dividido entre adversarios y partidarios del régimen de Damasco.

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