Presidente yemenita Hadi volvió a Adén tras seis meses de exilio

  • El presidente yemenita Abd Rabo Mansur Hadi volvió este martes a Adén, la segunda ciudad del país, tras seis meses de exilio en Arabia Saudita, informó una fuente de seguridad en el aeropuerto.

El retorno de Hadi, dos días antes del Aid al Adha, fiesta musulmana del sacrificio, se produce tras el regreso del vicepresidente Jaled Bahah y de varios ministros la semana pasada a Adén.

La ciudad del sur del país había sido reconquistada a mediados de julio de manos de los rebeldes chiitas hutíes, que siguen controlando la capital, Saná, y vastas extensiones de territorio.

Hadi se instaló en la capital saudita después de verse obligado, el 25 de marzo, a abandonar Adén, donde se había refugiado ante la progresión de los rebeldes chiitas hutíes.

Hadi aterrizó en Adén a bordo de un avión militar saudita, precisó la fuente de seguridad.

Al día siguiente de ese exilio, Arabia Saudita inició, al frente de una coalición regional, una campaña aérea para impedir que los rebeldes hutíes se adueñaran de todo el territorio yemenita.

No se sabe si Hadi va a instalarse definitivamente en la gran ciudad portuaria del sur, donde persiste la inseguridad, como en otras cuatro provincias reconquistadas durante el verano por las fuerzas antirebeldes.

Con la recuperación de la iniciativa en el sur, las fuerzas antirebeldes, apoyadas por las tropas de la coalición, lanzaron el 13 de septiembre una ofensiva en la provincia de Marib (centro), al este de Saná, con objetivo de avanzar hacia la capital.

Sin embargo, esta ofensiva terrestre, que cuenta con la participación de miles de soldados de los Emiratos Árabes Unidos y de Arabia Saudita, parece haber sido frenada por los hutíes y sus aliados, las unidades del ejército que permanecieron fieles al expresidente Ali Abdalá Saleh, que sufren intensos ataques aéreos de la coalición.

Cuatro rebeldes murieron el miércoles en un bombardeo al este de Marib, capital de la provincia del mismo nombre, y otros dos fallecieron en un ataque en Jufeinah, una localidad más al oeste que las fuerzas progubernamentales no consiguen reconquistar, según fuentes militares.

En un barrio residencial de Saná, al menos 21 rebeldes y civiles murieron en el intenso bombardeo de una posición rebelde, según testigos y fuentes médicas.

Según esas mismas fuentes, las fuerzas leales al gobierno perdieron dos soldados en un choque con hutíes al norte de Marib.

El gobierno de Bahah intenta, desde que volvió a Adén, asegurarse la ciudad y restablecer los servicios públicos, muy afectados por la guerra. Por su parte la red Al Qaeda, muy implementada en el sur, continúa con su actividad en la provincia vecina de Hadramut.

Miembros del grupo extremista han destruido viejas tumbas en la región y han vendido reservas petroleras en Mukalla, capital de Hadramut, lo que ha despertado la indignación de la población, impotente ante estos insurgentes que controlan su ciudad desde abril pasado, informó el martes un responsable local.

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