Primer ministro egipcio visita Gaza y pide instar a Israel a un alto el fuego

  • El primer ministro egipcio, Hisham Qandil, en la visita de mayor importancia efectuada a Gaza desde la toma del poder por parte de Hamás en 2007, pidió hoy al mundo que presione a Israel para conseguir un alto el fuego.

Saud Abu Ramadán

Gaza, 16 nov.- El primer ministro egipcio, Hisham Qandil, en la visita de mayor importancia efectuada a Gaza desde la toma del poder por parte de Hamás en 2007, pidió hoy al mundo que presione a Israel para conseguir un alto el fuego.

Qandil estuvo en la franja apenas tres horas, en las que pasó por el hospital Shifa de la ciudad de Gaza en compañía de su colega de Hamás, Ismail Haniye, y en las que fue vulnerado el acuerdo de tregua temporal acordado por las partes.

El jefe del Gobierno egipcio, que abandonó la zona después de los rezos del mediodía, fue testigo de los enfrentamientos entre Israel y las milicias palestinas porque el alto el fuego se rompió casi desde un principio, primero por los milicianos y posteriormente por el Ejército israelí.

Mientras Qandil visitaba el hospital, el portavoz del Ministerio de Sanidad de Hamás, Ashraf al Qedra, denunció que Israel mató a un joven de 19 años e hirió a otras tres personas en un ataque aéreo en el norte de Gaza.

Según el Ejército israelí, las milicias palestinas dispararon más de 50 cohetes en el tiempo que duró la visita de Qandil, a quien mañana, sábado, seguirá el ministro tunecino de Asuntos Exteriores, de Rafik Abdelsalam, cuyo país, al igual que Egipto, está gobernado por un partido islamista.

El jefe del Gobierno egipcio señaló que su país "está al lado de sus hermanos en Palestina hasta que los palestinos acaben con la ocupación y establezcan su Estado independiente" y anunció nuevas "visitas egipcias, oficiales y no oficiales".

"No podemos callarnos ante esta tragedia y todo el mundo tiene que asumir su responsabilidad. Israel tiene que respetar los tratados internacionales que ha firmado", agregó Qandil en una comparecencia ante los medios junto a Haniye.

Qandil subrayó además que su visita, la más destacada efectuada a Gaza desde que Hamás se hizo con su control por la fuerza en 2007, es una "muestra de solidaridad", pero también de "apoyo físico".

"Estamos tratando de lograr un alto el fuego duradero hasta que se logre una paz global y justa. Éste es el único camino para lograr tranquilidad y estabilidad en la región", agregó antes de "recordar a todo el mundo que Palestina es el único sitio del mundo bajo ocupación y bloqueo".

Asimismo, llamó a las facciones palestinas a "unirse para poner fin a sus disputas y divisiones" porque "el poder del pueblo palestino procede de su unidad".

El primer ministro egipcio tuvo que contener las lágrimas al hablar de las imágenes que había presenciado en el hospital Shifa.

En un momento de la rueda de prensa, Haniye levantó el brazo a Qandil para mostrar los restos de sangre de un niño muerto en un ataque israelí, cuyo cadáver ambos habían levantado previamente.

El jefe del Gobierno de Hamás tomó luego la palabra para agradecer esta "visita histórica" que definió como "coherente con la revolución egipcia".

"La visita es un mensaje a la ocupación. No vamos a dejar Gaza sola. Es un mensaje de solidaridad con el pueblo palestino. Estamos con vosotros. Triunfaremos y enfrentamos la agresión a nuestro pueblo a través de la resistencia de nuestro pueblo y a través de la acción de Egipto y de todos los líderes del mundo", afirmó.

Por su parte, Haniye señaló que la "valiente" decisión de El Cairo "ha llegado al corazón de todos los palestinos" y exhortó a "todos los líderes del mundo árabe y musulmán a seguir los pasos de Egipto para parar esta agresión".

A su entrada a la franja, Qandil fue recibido por Ziad al-Zaza, viceprimer ministro del Ejecutivo en Gaza, ya que Haniye y otros dirigentes del movimiento islamista están escondidos por temor al Ejército israelí que el miércoles mató al líder del brazo armado de Hamás, Ahmed Yabari, y que inauguró la ofensiva militar.

Catorce responsables egipcios, entre ellos ministros, diputados y agentes de servicios secretos, acompañaban a Qandil en la visita, mientras en El Cairo el presidente egipcio, Mohamed Mursi, calificaba la operación "Pilar Defensivo" de "agresión flagrante contra la humanidad".

Mursi advirtió de que "los agresores nunca tendrán la autoridad sobre la población de la zona", en alusión indirecta a Israel.

Egipto decidió ayer abrir el paso fronterizo de Rafah, que separa ambos territorios, para permitir la evacuación de los palestinos heridos por los últimos ataques.

Por allí entrará mañana a la franja, donde han muerto 22 palestinos desde el miércoles, el jefe de la diplomacia tunecina a fin de "mostrar su apoyo y solidaridad con el pueblo palestino", confirmó a Efe el portavoz de su departamento, Tawfik Manai. EFE

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