Prisión para el jefe de la célula yihadista del EI detenido en Melilla

  • El juez Javier Gómez Bermúdez ha enviado hoy a prisión sin fianza al presunto jefe de la célula yihadista vinculada al Estado Islámico (EI), detenido el viernes en Melilla en una operación en la que fueron arrestadas otras ocho personas relacionadas con este grupo en Nador (Marruecos).

Madrid, 28 sep.- El juez Javier Gómez Bermúdez ha enviado hoy a prisión sin fianza al presunto jefe de la célula yihadista vinculada al Estado Islámico (EI), detenido el viernes en Melilla en una operación en la que fueron arrestadas otras ocho personas relacionadas con este grupo en Nador (Marruecos).

En el auto de prisión, el juez de la Audiencia Nacional imputa a Mohamed Said Mohamed, de nacionalidad española y de origen marroquí, un delito de terrorismo al considerar acreditados, con visos de "alta probabilidad", que se trata del líder de un grupo yihadista establecido en las ciudades de Beni Chiker/Farkhana, en la provincia de Nador, y Melilla, con vínculos con el EI, organización a la que considera que el detenido tenía intención de unirse en su lucha en Siria e Irak.

De ese grupo, compuesto principalmente por marroquíes, dos de ellos se fueron el 21 de julio a una zona indeterminada de Siria o Irak controlada por el EI, según la información aportada por Marruecos en esta operación conjunta con la Policía Nacional.

En este sentido, Gómez Bermúdez recuerda que es "manifiesta la amenaza que supone tanto la incorporación de españoles o extranjeros vinculados a España a la organización EI, como el hipotético regreso de éstos a nuestro país".

Según el juez, "los integrantes de la célula comparten el ideario de la organización terrorista Estado Islámico, dedicándose a hacer labores de adoctrinamiento y proselitismo, teniendo como último fin emigrar para unirse" a esa organización "en el territorio que controla".

En el caso de Said Mohamed, sostiene que existen indicios de que pretendía marcharse a Siria o Irak para unirse a "la lucha" del EI, ya que en el registro de su domicilio se ha encontrado un cuaderno con alusiones a la "inmigración", "término usado en el sentido de separarse de la sociedad en la que viven, con la que no están de acuerdo, y unirse" a la yihad.

Unido a este mensaje, que se trata de "un poema corto dedicado a Sar (Sara)", en ese mismo cuaderno aparece un texto que "puede ser interpretado como una despedida", lo que "concuerda con que pasara la frontera pertrechado de maletas y enseres cuando en su declaración policial dice que no tiene amigos en Marruecos y que sólo va a bodas y bautizos y a ver a la familia".

Pese a que en su comparecencia el detenido ha asegurado que no tenía nada que ver con el grupo desmantelado y ha negado los hechos que se le imputan, el juez aprecia un cúmulo de indicios que demostrarían su pertenencia a esa célula, cuyos miembros "preparaban su marcha inminente para integrarse orgánicamente" en el EI.

Para el juez su declaración ha estado plagada de contradicciones e incongruencias, como por ejemplo el que haya negado conocer a los miembros del grupo detenidos en Marruecos cuando ha sido visto en reuniones con ellos en la localidad marroquí de Beni Chiker, "población muy cercana a la frontera española" con Melilla.

Esta ciudad de unos 4.000 habitantes, indica el auto, es de muy difícil control "pues la presencia de cualquier extraño es inmediatamente detectada, además de que su población juvenil está fuertemente radicalizada, por lo que es un lugar seguro para mantener los contactos" .

También ha afirmado que la última vez que estuvo en Marruecos fue hace dos semanas y no sabe dar respuesta cuando se le indica que volvió desde allí a Melilla hace cinco días, dos antes de su detención.

A estos indicios se une que le han sido intervenidos en su domicilio instrumentos peligrosos -puño americano, porras caseras, un bate de béisbol "cuando no practica ese deporte" y una pistola de aire comprimido "con la que dice que hace puntería".

Además le han sido incautados en su domicilio tarjetas SIM, soportes de una veintena de cajas de teléfonos que tampoco reconoce como suyos, así como cuatro terminales vacíos de datos, y manifiesta que vendió su teléfono móvil a un desconocido un día antes de su detención, pero sin la tarjeta SIM que dice que destruyó.

Asimismo fue hallado un disco duro que ha dicho era de su hermano y que contenía películas y del que se ha comprobado que había sido dañado a propósito.

El juez también destaca que contra él pesaba una orden internacional de detención emitida por Marruecos por delitos de asociación en bandas armadas "con vistas a preparar y cometer acciones terroristas y financiación de acciones terroristas".

Consta además que cumplió una pena de prisión entre el 7 de febrero y el 3 de agosto de este año, y que ha sido detenido numerosas veces en Melilla por una serie de delitos de tipo violento desde 2004, "pudiendo ser el móvil de parte de dicha actividad delictiva la obtención de recursos económicos para el grupo".

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