Proceso de 6 etarras en París: el asalto, primer acto del drama

  • Georges Pardal no había visto nunca tal "brutalidad": empleado de la empresa de venta de automóviles asaltada en 2010 por presuntos miembros de ETA en la región parisina, contó el martes, ante el tribunal de París que juzga a seis de ello, el asalto que precedió a un tiroteo mortal.

Todo fue muy rápido. Se hacía de noche ese 16 de marzo de 2010 cuando dos hombres, uno de ellos armado con una pistola, irrumpieron en su oficina de Contact-Autos. Pardal fue rápidamente echado al suelo, "maniatado" y "encapuchado".

"Por lo menos dos me atan. Oigo la voz de una mujer que me pregunta dónde están las llaves de los coches, oigo pasos. Soy incapaz de decir si era cinco o veinte", dijo Pardal ante el tribunal.

Menos de un cuarto de hora después "oigo automóviles que arrancan". El empleado logró liberarse y se ocultó en una auto "por si volvían". Tenía "miedo de morir todo el tiempo".

Su testimonio es crucial: permite situar o no en los lugares a algunos de los acusados: seis miembros de la organización separatista vasca juzgados desde el lunes por un tribunal especial de París por el asesinato de un policía en el tiroteo que tuvo lugar pocos minutos después del asalto.

En un camino vecinal de Villiers-en-Bière, a aproximadamente un kilómetro de la empresa asaltada, policías en patrulla vieron por primera vez los automóviles robados: intrigados al ver a varias personas alrededor de cuatro vehículos en pleno campo, procedieron a un control, que degeneró rápidamente en tiroteo.

Uno de los policías, Jean-Charles Nérin, murió. Se trata del único policía francés caído bajo las balas de ETA, y la última de las 829 muertes de la que la organización vasca es considerada responsable.

La investigación designó como principal autor de los disparos a Mikel Carrera Sarobe, de 43 años, exjefe del aparato militar de ETA, y sitúa en la escena del crimen a varios otros militantes vascos, cuyos efectos personales o ADN fueron encontrados en el lugar.

Georges Pardal "reconoció una cara" en los ficheros que le mostró la policía: el del hombre que lo "amenazó con una pistola". "No muy alto" de aproximadamente 1,70 m y "con gafas". En la audiencia volvió a señalarlo: se trata Arkaitz Aguirregabiria del Barrio, de 32 años, exlugarteniente de Carrera Sarobe y que habría desempeñado un papel importante en el reclutamiento de miembros de ETA.

En cambio, el testigo no pudo identificar al segundo hombre que entró en su oficina, ni pudo reconocer la voz de la mujer, de la que no vio la cara, entrevió solamente "algunos cabellos rubios" y una mano más bien morena. Única mujer entre los acusados, Izaskun Lesaca Arguelles, de 40 años, es castaña y tiene las manos blancas con pecas.

El lunes, Laurent Hury, oficial de los servicios antiterroristas franceses, que intervino en el lugar del crimen en la época, describió los tres actos del drama: el asalto, el control policial que dio lugar a los primeros disparos, y el tiroteo mortal.

Después de los primeros intercambios de disparos, los policías "controlaban la situación" y a los cuatro hombres encañonados. Llegó entonces otro vehículo, del que "salieron dos hombres que abrieron fuego inmediatamente".

El ADN de Carrera Sarobe fue "encontrado en dos balas servidas", dijo Hury, reconociendo que "no hay elementos que permitan identificar con certeza al segundo" autor de los disparos.

Las sospechas apuntan a Xabier Goyenechea Iragorri, de 35 años, que según Madrid es encargado del "departamento técnico-logístico" de ETA. Su ADN fue encontrado en el asiento delantero de un automóvil utilizado por el grupo en su huida, lo que, según su abogado, es "insuficiente para situarlo en la escena".

El proceso continuará hasta primeros de diciembre.

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