Prodi pide "preparar bien" una intervención en Mali, pero prefiere evitarla

  • El enviado especial de la ONU para el Sahel, el italiano Romano Prodi, dijo hoy en Rabat que "hay que trabajar" para evitar una intervención militar en el norte de Mali pero, si se produce, debe "prepararse bien".

Rabat, 20 nov.- El enviado especial de la ONU para el Sahel, el italiano Romano Prodi, dijo hoy en Rabat que "hay que trabajar" para evitar una intervención militar en el norte de Mali pero, si se produce, debe "prepararse bien".

En una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores marroquí, Saadedín al Otmani, Prodi señaló que, para que sea "creíble", esa intervención debe prepararse con mucha antelación.

"Hace falta mucho tiempo para llegar a una acción militar" indicó el enviado de la ONU quien subrayó que todos los expertos internacionales "han coincidido en que hacen falta por lo menos seis meses para llegar a una acción militar".

Prodi afirmó que su misión consiste en "hacer todo para llegar a la paz y evitar la guerra" en Mali y recordó las consecuencias "negativas y trágicas" que podría tener una acción militar en el norte de Mali sobre el nivel económico y humanitario del país.

Por su parte, el ministro de Exteriores marroquí, Saadedín Otmani, aseveró que Marruecos "no está entusiasmado" por una intervención militar en el norte de Mali, pero subrayó que hace faltar tener una "estrategia integrada" para encontrar una solución política en Bamako mediante "un gobierno unificado e instituciones fuertes".

Asimismo, Otmani indicó que hay que apoyar a Mali para "solucionar sus problemas por sí mismo", sostener a los países vecinos para preservar la seguridad de sus fronteras con Mali y agotar todas las soluciones pacíficas posibles.

"Vamos a ofrecer lo que podamos a nivel político, logístico y de desarrollo de las zonas perjudicadas, y también a nivel humanitario" apuntó Otmani.

La Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO) decidió el pasado 12 de noviembre en Abuya (Nigeria) enviar cerca de 3.300 soldados al norte de Mali, que desde el pasado junio está bajo el control de tres grupos salafistas.

Tras el golpe de Estado que derrocó el pasado 22 de marzo al presidente de Mali, Amadu Tumani Turé, los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) proclamaron el pasado abril unilateralmente la independencia de la región septentrional, que abarca una superficie de 850.000 kilómetros cuadrados.

Sin embargo, diversos grupos yihadistas como AQMI, Monoteísmo y Yihad en África Occidental (MYAO) o Ansar Al Din se han hecho fuertes en la región, cuyo control han arrebatado a los tuareg y en la que han establecido una versión rigorista de la ley islámica.

No obstante, el despliegue de una fuerza internacional depende de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para que lo autorice conforme al artículo VII de la Carta de Naciones Unidas.

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