En el PSOE creen que los datos del paro o la 'indefinición' les harán más daño que los ERE

El auto del magistrado Álvaro Martín, en el que procesa, junto a una veintena de exaltos cargos del Gobierno andaluz, a los expresidentes Chaves y Griñán, ha sido recibido con sorpresa entre los socialistas.

Esa sorpresa ha sido mayúscula sobre todo en el caso de este último. Aunque no se esperaba que ninguno de los dos pasasen a la fase del juicio oral, entraba dentro de lo posible que así fuese. Pero la acusación contra Griñán por malversación, un delito castigado con entre cuatro y ocho penas de cárcel, sí que estaba fuera de pronóstico. “Eso sí que no se esperaba”, admiten varios cargos consultados por lainformacion.com.

A 26 días de las generales, en el PSOE se admite que este nuevo golpe en el caso de corrupción que más daño ha hecho a los socialistas no es lo más favorable. Aunque muchos apuntan a la 'coincidencia' de que el asunto llegue en plena campaña, la mayoría cree, no obstante, que su impacto será limitado.

“Estas cosas dejan huella, podemos perder algo, pero mira el PP... sigue siendo primera fuerza”, observa un dirigente.

Fuentes del partido recuerdan que la dirección del partido ha ido un paso por delante a la hora de exigir gestos: ambos dejaron su escaño hace tiempo, y que ahora han pedido su baja voluntaria. Los estatutos del PSOE indican que se obliga a la suspensión cautelar de militancia en el momento de apertura de juicio oral y a la expulsión en caso de sentencia condenatoria. El pacto con Ciudadanos en Andalucía por el que Díaz llegó a la presidencia precipitó las responsabilidades. 'Pacto de silencio' en corrupción

Ese será el argumento que se hará valer en campaña, en caso de que el ataque venga por el frente de la corrupción. No es en cambio lo más previsible. Al menos, por parte del PP. La conclusión es que  “si ellos lo sacan, nosotros tenemos argumentos sobrados para devolvérselo”.

El procesamiento podría hacer así que, por vez primera, este asunto pase a un segundo plano en el argumentario de campaña entre los dos partidos mayoritarios. Pacto mutuo de silencio.

Tampoco se prevé bronca excesiva desde Ciudadanos. Primero, porque el PSOE se plegó a sus exigencias en el acuerdo por el que Díaz accedió a la presidencia. Segundo, porque los socialistas firmaron su compromiso contra la corrupción en el conocido como pacto de 'El Abrazo'.

Otra cosa es Podemos. No existen dudas de que en el partido morado sumarán esta causa a su arsenal contra la 'casta' política. Más aún cuando Andalucía es uno de los territorios en el que la coalición Unidos Podemos aspira a dar, si no el sorpasso, sí un golpe lo bastante letal al PSOE-según sus cálculos, el partido podría sumar dos diputados más gracias a esta alianza- lo que anticipa una campaña intensa en esta comunidad.El riesgo de el 'platonismo' con Ciudadanos 

No obstante, existen otros asuntos que los socialistas temen más que los ERE. Por ejemplo, el dato de paro, conocido este jueves, y que sitúa el número de desempleados por debajo de los cuatro millones por primera vez en seis años. Un argumento que no dudan será utilizado por el PP para defender su gestión económica y cargar contra la herencia de los socialistas.

Otro, que el partido haya perdido su espacio político. “Podemos va ampliando el espacio de la izquierda, y mientras, el PSOE sigue con su platonismo con Ciudadanos, que nos está llevando a la indefinición”, observa rotundo un cargo socialista.

Este es, en realidad, el temor que corre tanto por Ferraz, como por las distintas federaciones. Y también, el más difícil de contrarrestar en el argumentario de campaña.

El partido ha dado algunos pasos en los últimos días. El documento de compromisos electorales presentado este mismo lunes recogía algunas políticas asimilables al programa de Podemos e iba cargado de una clara retórica 'podemita'. En él, se habla,por ejemplo, de la creación de una banca pública, de medidas de rescate ciudadano, o de la derogación plena de la reforma laboral.