El PSOE se prepara ya para elecciones, convencido de que el acuerdo con Podemos es imposible

  • No habrá más cesiones ni tampoco ruptura del pacto con Ciudadanos. 

    La dirección socialista pierde el miedo a elecciones, ante la división entre los de Iglesias. 

El PSOE se prepara ya para elecciones, convencido de que el acuerdo con Podemos es imposible
El PSOE se prepara ya para elecciones, convencido de que el acuerdo con Podemos es imposible

Si alguna vez existió en el PSOE la esperanza de un acuerdo con Podemos, ésta se ha esfumado por completo. La dirección socialista asume ya que la convocatoria de elecciones es prácticamente inevitable, que el 26-J está cada vez más claro, y que contar con el respaldo de los de Iglesias es improbable, por no decir imposible.

No habrá nuevas ofertas, más allá de las ofrecidas antes de la investidura. Los socialistas creen que la propuesta está lo suficientemente clara como para que Podemos se decida. Ni cesiones ni condescendencia.

Tres meses después de las elecciones, las relaciones entre PSOE y Podemos son nulas. En ese tiempo, el único intento de acercar posturas fue la mesa negociadora 'a cuatro', rota primero por Podemos tras el pacto entre Sánchez y Rivera, y después por los socialistas, al negarse Iglesias a que el líder de Ciudadanos participase también en las reuniones.

Ese 'veto'-pese a que en Podemos se rechace el término con vehemencia-torpedea cualquier posibilidad de acuerdo. En el PSOE no están dispuestos a renunciar al pacto con Rivera, con lo que la pelota está en el tejado de Iglesias.

En el partido emergente, el run run de la abstención ha cobrado fuerza tras la 'crisis' abierta entre pablistas y errejonistas en Madrid, pero no genera demasiados entusiasmos. Tampoco, la posibilidad de que los socios territoriales acaben desmarcándose de la postura oficial para cerrar un acuerdo por su cuenta.Los socios de Podemos rechazan a Ciudadanos

Fuentes de En Marea aseguran que desde el PSOE no se les ha trasladado directamente ninguna propuesta negociadora y que, en cualquier caso, todo diálogo estará sujeto a la misma línea roja de Iglesias: no a Ciudadanos.

A destensar las relaciones entre ambos tampoco han contribuido algunos recientes episodios, como la feroz intervención de Iglesias en el debate de investidura, mención a la 'cal viva' incluida, o que el partido morado acuse directamente a los de Sánchez de azuzar sus propias fracturas.

Para lo único ambos partidos han conseguido ponerse de acuerdo hasta ahora ha sido para llevar a la primera sesión del Congreso, este martes, la petición conjunta de creación de una comisión parlamentaria sobre corrupción. Los dos se aúnan también para forzar al Gobierno a someterse a las sesiones de control, lo que desde el PP tratan de evitar.Agenda de 'presidenciable'

Si de algo han servido estos meses en Ferraz es para templar el miedo a esas nuevas elecciones. Se sienten reforzados por la voluntad negociadora y por los últimos sondeos, que penalizan a Podemos. Mientras, Sánchez trata de conservar su condición de 'presidenciable': este lunes se entrevistó con el nuevo secretario general de UGT, Josep María Álvarez; este martes, con el president de la Generalitat, en sede del Palau. El primer encuentro entre el president de la Generalitat y un dirigente nacional.

La cita, que ha levantado las suspicacias tanto de Ciudadanos como de algunos socialistas, no tiene más objeto que explorar puentes de diálogo con el Govern bajo la fórmula de un modelo federal.

Sánchez está vetado por su propio Comité Federal para solicitar apoyo de los independentistas, DiL y ERC. Ambas formaciones, que suman 17 diputados, se mantienen, sin cambios, en el 'no' al socialista en tanto no acepte un referéndum de autodeterminación. 

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