Pyongyang avanza en su programa de uranio y ensombrece el intento de diálogo

  • Corea del Norte aseguró hoy que su programa de producción de uranio poco enriquecido, supuestamente para uso civil, "avanza a buen ritmo", una declaración que ensombrece las perspectivas de una pronta reanudación del diálogo para su desarme nuclear.

Atahualpa Amerise

Seúl, 30 nov.- Corea del Norte aseguró hoy que su programa de producción de uranio poco enriquecido, supuestamente para uso civil, "avanza a buen ritmo", una declaración que ensombrece las perspectivas de una pronta reanudación del diálogo para su desarme nuclear.

En un comunicado difundido por la agencia estatal norcoreana KCNA, Pyongyang indicó que ha acelerado la construcción de un reactor nuclear de agua ligera y la producción de uranio enriquecido como combustible.

El anuncio alejó las esperanzas de que Kim Jong-il acepte, al menos de momento, la demanda de EEUU y Corea del Sur de que ponga fin a su programa nuclear antes de retomar las complejas negociaciones sobre la desnuclearización del régimen comunista.

La última declaración de Corea del Norte sobre su programa de uranio coincidió con la visita de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, a la ciudad surcoreana de Busan para participar en un foro de ayuda al desarrollo, desde el que pidió a Pyongyang pasos concretos para mostrar su compromiso con la comunidad internacional.

"Estamos con nuestro aliado (Corea del Sur) y esperamos que Corea del Norte tome medidas concretas para promover la paz y la estabilidad, y la desnuclearización", indicó a los periodistas con cautela Clinton, a la que el anuncio norcoreano tomó de improviso.

Corea del Norte confirmó en noviembre de 2010 que posee una planta de enriquecimiento de uranio con miles de centrifugadoras y un reactor nuclear de agua ligera en construcción.

El régimen comunista mantiene que ambas instalaciones persiguen fines pacíficos y están destinadas a afrontar "la necesidad de energía" que sufre el empobrecido país.

Tanto Washington como Seúl, que no creen ese supuesto, han instado a Corea del Norte a abandonar el programa de enriquecimiento de uranio al considerar que busca crear armas atómicas que se sumarían a las que, según expertos, podría fabricar con su también reconocido programa de plutonio.

El diálogo a seis bandas, que incluye a las dos Coreas, EEUU, China, Rusia y Japón, se abrió en 2003 para acabar con las aspiraciones nucleares norcoreanas, pero los contactos entre las partes se rompieron a finales de 2008 después de que Pyongyang realizara ensayos con misiles.

Durante este año han tenido lugar sucesivas reuniones para tratar el regreso a la mesa multilateral, y desde julio Corea del Sur y EEUU han mantenido por separado diálogos cara a cara con Corea del Norte para acercar posturas, sin obtener avances importantes.

Corea del Norte pide reiniciar el diálogo sin condiciones previas, pero Washington y Seúl le exige que renuncie a su programa de enriquecimiento de uranio y permita la entrada al país de los supervisores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

El régimen de Kim Jong-il aprovechó su comunicado de hoy para invitar a los países implicados a "cumplir con sus compromisos" bajo el que denomina "principio de acciones simultáneas".

Este principio es una clara alusión a EEUU, al que Corea del Norte critica habitualmente por poseer un gran arsenal de armas atómicas y tratar, al mismo tiempo, de impedir el desarrollo nuclear de otras naciones.

Además de suponer un revés para la posible reanudación del diálogo a seis, el anuncio norcoreano sobre el enriquecimiento de uranio abre la posibilidad de que Seúl tome medidas restrictivas contra su vecino o revoque las políticas reconciliadoras activadas meses atrás por el nuevo ministro de Unificación, Yu Woo-ik.

Yu asumió su cargo en agosto y desde entonces ha flexibilizado la postura hacia Pyongyang, endurecida tras el hundimiento en marzo de 2010 de un buque surcoreano en el Mar Amarillo (Mar Occidental) y el bombardeo en noviembre de ese año a la isla de Yeonpyeong.

Ambos ataques, de los que Seúl culpa a Corea del Norte, causaron un total de 50 muertos surcoreanos, entre ellos dos civiles.

Mostrar comentarios