Recuperan la tesina de grado del líder de los atentados del 11 de septiembre

  • La tesina de grado de Mohamed Atta -uno de los pilotos suicidas del 11 de septiembre de 2001 y líder de la llamada célula de Hamburgo- ha sido recuperada tras más de una década en la que sólo la policía y los servicios secretos tuvieron acceso a ella.

Berlín, 12 jun.- La tesina de grado de Mohamed Atta -uno de los pilotos suicidas del 11 de septiembre de 2001 y líder de la llamada célula de Hamburgo- ha sido recuperada tras más de una década en la que sólo la policía y los servicios secretos tuvieron acceso a ella.

El trabajo -dedicado a presentar planes sobre la recuperación de la ciudad vieja de Alepo (Siria)- es el tema de un reportaje que emitirá esta noche la Primera Cadena de la Televisión Alemana (ARD) y que su autor, Stefan Buchen, ha resumido en un artículo para el diario "Süddeutsche Zeitung".

La tesina, escrita en alemán, fue presentada en la Universidad Técnica Hamburgo el 9 de agosto de 1999 y con ella Atta se graduó en Urbanismo con un sobresaliente.

Buchen sostiene que si los servicios secretos hubieran tenido acceso al ordenador de estudiante en el que Atta redactó su trabajo, nada los hubiera hecho pensar que su autor sería el cerebro de uno de los atentados terroristas que más han conmocionado al mundo.

Retrospectivamente, sin embargo, Buchen encuentra en el estudio una especie de búsqueda de identidad por parte de Atta, que pasa por la recuperación de ciudades perdidas y por un rechazo a la influencia occidental en el mundo árabe.

"Aunque crecí en El Cairo, no descubrí la ciudad vieja sino hasta los 16 años", escribe Atta en un momento del trabajo. Eso se debe a que la ciudad vieja, lo mismo que en otras ciudades del mundo árabe, ha quedado oculta bajo la modernización occidental.

Con eso, según Buchen, Atta daba testimonio de su desarraigo, una de las notas características de los terroristas del 11 de septiembre según el politólogo estadounidense, de origen libanés, Fouad Ajami.

En el caso de Alepo, Atta señala en su trabajo que los urbanistas franceses -representantes de uno de los poderes coloniales- quisieron demoler tres cuartos de la ciudad vieja.

El plan sólo se cumplió en parte pero llevó a un deterioro del centro de la ciudad a lo que, según Atta, contribuyeron las elites europeizadas que dejaron los barrios tradicionales para construirse mansiones en las afueras.

Los planes de Atta contemplaban, a mediano plazo, una demolición de rascacielos que, según él, invadían desde su ventana la vida privada en los patios de las casas tradicionales.

Atta se muestra como un convencido de lo que él llama la "ciudad musulmana" en la que la pertenencia a la religión allana las diferencias sociales y declara abiertamente la conveniencia de que las mujeres no salgan excesivamente de sus casas.

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