Aquellos profesores y trabajadores sociales que ignoren el abuso de menores podrían enfrentarse a penas de hasta cinco años de cárcel, según nuevos planes que serán anunciados este martes por el Primer Ministro británico, David Cameron.
Dichos nuevos planes buscan acabar con esta lacra, que ha sacudido a instituciones británicas en los últimos años, y que el dirigente británico ha calificado ya de "amenaza nacional". Esta nueva clasificación la equipara al crimen organizado, en cuando a la preparación de agentes y jefes de policía para luchar contra él. Además, se fomentará la colaboración entre diferentes fuerzas policiales del país.
El plan extiende el crimen de neglicencia más allá de empleados sanitarios y de cuidados sociales, con lo que Cameron quiere enviar un fuerte mensaje: el abuso de menores no puede ser considerado un asunto de segundo orden por empleados públicos.
El crimen de neglicencia o de maltrato fue introducido en la Ley de Justicia Criminal y Cortes aprobada este año, que se aplica a trabajadores sociales u organizaciones que cuidan de niños y adultos en centros de acogida del NHS, el Servicio Público de Salud británico.
David Cameron argumenta que las investigaciones a casos de abusos de menores han revelado un fracaso sistemático y una cultura de negación en las instituciones, "los niños eran ignorados, a menudo culpados, y los temas se escondían debajo de la alfombra– a menudo por una deformada y errónea visión de la corrección política. Esta cultura de negación que les abandonó tan mal debe ser erradicada", declarará este martes.
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