Representación de la sociedad catalana augura fractura social irreversible

Marta Lázaro

Madrid, 20 sep.- Una representación de la sociedad catalana, compuesta por personalidades del mundo de la política, la cultura o el deporte, consideran que el proceso independentista de Cataluña producirá una fractura social irreversible y ese será el peor de los costes que pagarán las siguientes generaciones.

Esta es la principal conclusión del libro "Nos duele Cataluña", en el que la periodista Begoña Marín ha recogido las impresiones de quince catalanes de distintas ideologías sobre las consecuencias que tendrá la iniciativa del presidente catalán, Artur Mas, de intentar conducir a Cataluña hacia la independencia.

Todos los entrevistados coinciden en destacar que el gran coste, más allá del económico o el político, será el social, lo que sin duda será "lo más duro" de asumir.

La postura más pesimista, según ha destacado la autora del libro en una entrevista con Efe, es la del autor del prólogo, el dramaturgo Albert Boadella, quien considera que "Cataluña no tiene ninguna salvación posible" y afirma que "ha dejado de existir" desde el ámbito de sus sentimientos.

Boadella, que llega a afirmar que "es como un divorcio radical e irremediable" en el que el alejamiento hace que no se sienta nada, asegura estar "con otra querida que es Madrid", por lo que ha experimentado las sensación de haberse "quitado un peso de encima".

Los entrevistados, entre los que se encuentran el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz; las periodistas, Rosa María Calaf y Carmen Rigalt, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, o el filósofo Félix de Azúa, coinciden al afirmar que "la consulta es artificial" y "política" porque "no es la petición, ni el deseo del pueblo" catalán.

Begoña Martín ha señalado que muchos de los entrevistados creen que Mas se ha convertido en el "mejor representante que ERC hubiera podido desear en su historia", al tiempo que han considerado que al presidente catalán "se le ha ido esta historia de las manos".

El ministro del Interior ha explicado que cuando los catalanes han "optado por la épica ciega" han acabado perdiendo y siempre que se ha optado por "la ruptura y por la radicalidad en vez de avanzar por las vías del diálogo y el entendimiento", se ha puesto "en riesgo el autogobierno".

Albert Rivera ha comentado que "se ha podido ver a Mas por los pasillos de Moncloa pidiendo un flotador" para salir de esta situación.

Muchas de las personalidades que han vertido sus opiniones en este libro apuestan porque se celebre la consulta el 9N, ya que así se demostraría que "no tienen peso" y sólo hacen ruido, y todo quedaría como ha ocurrido en Escocia con un "no" a la independencia.

En este sentido, Carmen Rigalt, que ha destacado el "empobrecimiento cultural" como consecuencia del proceso, ha calificado como "muy petardo" que se diga que no se puede convocar el referéndum porque la Constitución no lo permite, y ha considerado que "es hora de que se cambie".

Otro de los costes que tendría la independencia, según coinciden los entrevistados, es la pérdida de al menos dos generaciones de sacrificio, de caída notable del nivel de vida.

Al respecto, el periodista y escritor Arcadi Espada ha advertido que "todo el mundo tiene el derecho a tener fantasías, pero no deben ser obligatorias para el resto de los ciudadanos".

El periodista Javier Algarra, ha destacado que "deportistas catalanes, orgullosos de serlo", han demostrado que la unidad constituye la fuerza de una nación y se refiere a la unidad representada por la Cataluña de Xavi, Puyol, Piqué, Busquets, Valdés, Capdevila y Fábregas.

Así destaca que "tuvo que ser una gesta deportiva la que nos quitara los complejos a la hora de enarbolar" la bandera de España.

Begoña Martín ha explicado a Efe que la pluralidad de su libro sólo ha conocido el pretendido límite de la no aparición de miembros de CiU y de ERC, al considerar que "no respetan los valores constitucionales", y "la barrera no prevista" de la ausencia del PSOE, al no aceptar su participación ninguno de los cinco miembros invitados.

Al considerar que la participación del PSOE era imprescindible para completar la fotografía democrática, Martín ha señalado que realizó una petición formar al órgano más alto del partido y la respuesta fue también negativa.