Reunión internacional discute formas de reducir la oferta y demanda de drogas

  • Delegaciones de 61 países del mundo comenzaron hoy en Lima a discutir las formas de reducir la oferta y la demanda de drogas, durante una cita internacional que reúne a ministros de Relaciones Exteriores, "zares" antidrogas e integrantes de organismos vinculados en la lucha contra este delito.

Diana León Banda

Lima, 25 jun.- Delegaciones de 61 países del mundo comenzaron hoy en Lima a discutir las formas de reducir la oferta y la demanda de drogas, durante una cita internacional que reúne a ministros de Relaciones Exteriores, "zares" antidrogas e integrantes de organismos vinculados en la lucha contra este delito.

La conferencia, que dura dos días y que fue convocada por el Gobierno peruano, sostiene mesas de trabajo a puertas cerradas y se desarrolla bajo fuertes medidas de seguridad que han hecho que la prensa tengo un acceso bastante limitado a sus pormenores.

Entre los participantes están el director de la Oficina de Políticas de Control de Drogas de EE.UU., Gil Kerlikowske; el ministro de Relaciones Exteriores de Afganistán, Zalmai Rassoul; el presidente del Comité Estatal Antinarcóticos de Rusia, Victor Ivanov, y el viceministro del Interior de Ghana, Kwabena Owuso.

Aunque se había anunciado su asistencia, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, canceló su visita a Lima por la crisis política desatada en Paraguay.

Durante la inauguración de la cita, denominada Conferencia Internacional de Ministros de Relaciones Exteriores y Jefes de Organismos Nacionales Especializados Contra el Problema Mundial de las Drogas, el presidente peruano, Ollanta Humala, pidió unificar criterios para combatir este delito.

"Es importante que ya no hablemos de países productores ni de países consumidores, esa visión al final no nos ha llevado al éxito en la lucha contra las drogas. Todos los países tenemos que vernos como un conjunto, buscar intercambio de información, cooperación técnica, asistencia técnica, medidas de prevención y compartir experiencias exitosas", afirmó Humala.

El mandatario señaló que las zonas productoras de hoja de coca, el principal insumo de la cocaína, son lugares de gran pobreza y desigualdad en Perú, por lo que en su gestión se están impulsando diversos programas sociales.

El país anfitrión es considerado uno de los primeros productores de cocaína en el mundo -el primero según el Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA)- junto a Colombia y cuenta con 61.200 hectáreas de cultivos de hoja de coca, según un informe de la UNODC de 2011.

"El Estado peruano viene destinando aproximadamente 230 millones de dólares por año para combatir esta situación y este fenómeno global, pero no es suficiente si no logramos unirnos todos los países, los países donde la mayor parte de los embarques de droga están yendo a contaminar también sus sociedades", agregó Humala.

Al respecto, la presidenta de la peruana Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Carmen Masías, declaró a Efe que "Perú recibe más de cien millones de dólares de la cooperación internacional para la lucha contra las drogas" y añadió que se negocia un apoyo de 34 millones de la Unión Europea.

Masías informó a los periodistas que la declaración que se suscribirá mañana en Lima ha sido revisada por todos los países participantes desde hace tres meses en Viena.

El jefe de la delegación de México, Alejandro Ramos, adelantó a Efe que la declaración reconocerá entre sus principales puntos la "necesidad de incrementar y fortalecer la cooperación internacional para dar vigencia a la responsabilidad común, compartida y diferenciada de los países en el combate contra las drogas".

En el marco de la conferencia, el Servicio Federal de Control de Tráfico Ilícito de Drogas de Rusia suscribió un convenio de cooperación con Devida para intercambiar información y colaborar en acciones contra el tráfico ilícito de drogas y sus precursores químicos, así como apoyarse en la realización de investigaciones científicas y académicas, entre otros temas.

La Policía resguarda la sede principal de la conferencia y cuatro hoteles en los que se hospedan las delegaciones, con unos 2.000 agentes, entre los que figuran integrantes de la Seguridad del Estado y de la Unidad de Desactivación de Explosivos, según confirmó a Efe una fuente oficial.

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