Revilla no se retirará pase lo que pase el 20N y piensa ya en las autonómicas

  • El líder del PRC, Miguel Ángel Revilla, dormirá "a pierna suelta" pase lo que pase la noche del 20N, en la que está seguro de lograr representación para los regionalistas. De todas formas, si no es así, no se plantea dejar la política y tiene ya la mirada puesta en las autonómicas de 2015.

Santander, 13 nov.- El líder del PRC, Miguel Ángel Revilla, dormirá "a pierna suelta" pase lo que pase la noche del 20N, en la que está seguro de lograr representación para los regionalistas. De todas formas, si no es así, no se plantea dejar la política y tiene ya la mirada puesta en las autonómicas de 2015.

A sus casi 69 años, el expresidente cántabro no se pone fecha de jubilación y asegura que seguirá como secretario general del partido aunque se vaya a Madrid. Solo si se lo piden sus compañeros o la salud se lo impide dejará una profesión en la que está dispuesto a morir "con las botas puestas", como explica en una entrevista con Efe.

Después de tres décadas centrado en la política regional, ahora tiene como objetivo que la palabra Cantabria se escuche "miles de veces" en Madrid y que la región "se haga oír" como lo hacen "los vascos o los catalanes".

Desde que el PRC anunció su decisión de presentarse a las generales no ha dejado de repetir que su objetivo es conseguir dos diputados y un senador. Encuestas como la del CIS, que no le dan representación, no le desalientan.

Y es que, según dice, están hechas "con orejeras", como si solo existieran PP y PSOE, "el Madrid y el Barcelona", pero no incluyen al PRC en el cuestionario, una "desfachatez" -afirma- tratándose del segundo partido de Cantabria en los resultados autonómicos.

A eso se agarran los regionalistas, a los cerca de 100.000 votantes que les apoyaron en los comicios de mayo, que ni se han "muerto" ni han desaparecido y el 20 de noviembre irán a votar.

De todas maneras, independientemente del resultado, Revilla asegura que el PRC no podía faltar en estas elecciones. "Es una obligación moral", subraya.

En su opinión, hace falta "una voz independiente, que hable de las cosas reales, del sentido común". Una voz que reclame una España solidaria, "de café para todos", y que defienda la unidad frente al "envite" de Amaiur, la coalición integrada por la izquierda abertzale.

Esas serán dos de las máximas que marcarán la agenda del PRC en Madrid, que condicionará su posible apoyo a quien forme gobierno a estas dos exigencias, pero también a la defensa de la inversión pública en infraestructuras, la recuperación de la credibilidad de la clase política y la reforma de la Ley Electoral.

Hoy por hoy el líder regionalista no tiene claro si alguno de los dos grandes partidos asumiría sus condiciones. De hecho, tras ver el debate electoral entre los candidatos de PP y PSOE, si tuviera que elegir entre uno y otro, no votaría a ninguno.

Otras cuestiones que el PRC considera fundamentales son la apuesta por las energías renovables como nicho de empleo o la exigencia de un eurobono y un tesoro público europeo.

En cuanto a las demandas de carácter autonómico, "la primera" será el tren de alta velocidad y la conclusión de las infraestructuras estatales, además de la financiación del sobrecoste de Valdecilla.

La incursión del Partido Regionalista en unas elecciones generales puede cambiar el tradicional reparto de escaños en Cantabria, un resultado 3 a 2 en el Congreso que se resolvió en cuatro legislaturas a favor del PSOE y en las cuatro últimas a favor del PP.

Los regionalistas ya intentaron hacerse un hueco en 1993, pero no lo consiguieron. La diferencia es que entonces no llegaban a los 20.000 votos en las elecciones autonómicas y ahora tienen el respaldo de casi 99.000, cinco veces más.

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