Revuelo en Australia por la censura de videojuegos en internet

  • El mes pasado el Gobierno australiano dio luz verde a un controvertido plan para censurar internet -similar a la Ley Sinde- que afecta también a los videojuegos para adultos. Ahora los aficionados a estos productos, como "Call of Duty: Modern Warfare 2" están organizando un partido político para protestar contra el veto a unos juegos que han sido superventas en todo el mundo.
"Call of Duty: Modern Warfare" es uno de los videojuegos alterados en Australia para adaptarlos a una clasificación que no incluye juegos para adultos
"Call of Duty: Modern Warfare" es uno de los videojuegos alterados en Australia para adaptarlos a una clasificación que no incluye juegos para adultos
lainformacion.com
Sonia Ulliana | GlobalPost

(Brisbane, Australia). El debate abierto en Australia sobre los videojuegos en internet se debe a la negativa del gobierno de Australia a crear una clasificación de juegos sólo para adultos mayores de 18 años (R). Esta decisión, según sus detractores, está teniendo como consecuencia la prohibición de algunos de los juegos más demandados para el entretenimiento en casa, productos a los que los adultos pueden acceder sin problema en Estados Unidos y otros países occidentales.

Irónicamente, el hecho de no tener una catalogación R para adultos en Australia (una medida adoptada por el Gobierno para evitar contenido violento), quizá esté produciendo el efecto contrario.Juegos superventas como "Call of Duty: Modern Warfare 2" (que ha logrado 1.000 millones de dólares de recaudación) son modificados ligeramente en Australia para adaptarlos a la catalogación MA+ (para mayores de 15 años).

Tanto los aficionados a estos productos como los investigadores aseguran que esta práctica expone a los más jóvenes a versiones de los juegos muy similares a las de sus versiones originales, y que en el resto del mundo están catalogados para personas mucho mayores.El fundador del partido Gamers 4 Croydon (Jugadores por Craydon), David Doe, está ocupado estos días preparando la plataforma política de su formación en el estado de Australia del Sur, donde se celebrarán elecciones el 20 de marzo.

El candidato de este partido de propuesta única, que aún tiene que ser designado, se enfrentará en la región electoral de Croydon al fiscal general de Australia del Sur, Michael Atkinson, que se opone firmemente a la creación de un clasificación R para los juegos. Doe, de 30 años, dice que los jugadores han alcanzado la madurez y que el hecho de que no haya una catalogación sólo para adultos supone un acto de censura.

Unas investigaciones realizadas por Jeffrey Brand, profesor de Comunicación y Medios en la Bond University en Gold Coast, revelan un dato sorprendente: la edad media de quienes consumen juegos de ordenador y videojuegos en Australia es de 30 años.

Según Doe, los adolescentes jóvenes están siendo en realidad expuestos a material para adultos y sus padres están desinformados. "Cuando un juego está editado, la mayor parte de las veces el cambio es increíblemente pequeño", afirma.Por ejemplo, en "Fallout 3" los jugadores tienen la opción de recibir morfina y correr el riesgo de convertirse en adictos. La versión editada para Australia de "Fallout 3" le da a la droga un nombre ficticio, pero en realidad permite a chicos muy jóvenes experimentar virtualmente el consumo de droga, convertirse en adictos y sufrir sus efectos negativos.

Los juegos "Grand Theft Auto IV" y "Saints Row 2", ambos clasificados como MA+ en Australia y por lo tanto permitidos a mayores de 15 años, ofrece a los jugadores una selección de varios métodos con los que matar brutalmente a civiles inocentes.

En Australia, los juegos son catalogados por una junta de clasificación administrada por los fiscales generales de cada uno de los seis estados del país. Atkinson, el de Australia del Sur, se opone a la creación de una clasificación R. Sostiene que la clasificación actual existe para proteger a los niños de contenidos que muestran violencia, sexo y consumo de drogas.

El tipo de contenido que Atkinson quiere evitar que vean los niños es por ejemplo el de un juego japonés que se llama "Rapelay", en el que los participantes pueden ganar puntos simulando la violación brutal de una madre y su hija. Amazon ha vetado la venta de este producto en su tienda. Otros títulos, incluyendo "Battle Raper", que muestra violencia sexual gráfica contra las mujeres, no se pueden vender en Australia bajo el actual sistema de clasificación.

La censura se ha convertido en un tema sensible para el Gobierno australiano, que a mediados de diciembre anunció que seguirá adelante con un controvertido plan para vetar páginas en internet.Según se desprende de una "lista negra" del Gobierno filtrada a medios digitales, el ámbito de las páginas web a prohibir se podría extender bastante más allá de las que muestran abusos a menores, violencia sexual e instrucciones para cometer delitos, que es el motivo original de la medida.

Muchas de las páginas web en la lista publicada por la prensa no están vinculadas a la pornografía infantil en absoluto. En esa relación aparecen enlaces de YouTube, páginas de póker online, de pornografía gay y heterosexual, entradas de la Wikipedia, páginas sobre la eutanasia, sobre rituales satánicos y fetichismo, páginas cristianas, la web de un tour operador y, aún más extraño, incluso la de un dentista del estado de Queensland.

En opinión de Daniel Johnson, investigador de la Queensland University of Technology y profesor de Ocio Interactivo y Juegos, "estamos ante la situación de que un medio utilizado principalmente por adultos no tiene una categoría para adultos", dice. "Los padres intentan tomar decisiones informadas, pero no pueden. Definitivamente, es censura. No es sólo ir hacia atrás, es trabajar en contra de todo el mundo".

La investigación de Brand demuestra que el 91 por ciento de los adultos australianos, incluidos tanto los que juegan como los que no, piensan que Australia debería tener una clasificación para juegos adultos.Si se tiene en cuenta que el 88 por ciento de los hogares tienen dispositivos para jugar en el ordenador y que su entretenimiento favorito es el consumo de internet, el tema se está convirtiendo en una auténtica patata caliente en la arena política.

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