Rey. Políticos y expertos alaban el papel de la casa real ante el caso nóos


El portavoz de la Asociación Monárquica Europea, Juan Marcos Vallejo; el presidente de Transparencia Internacional , Jesús Lizcano; la diputada del PP Belén Hoyo y el del PSC Joan Rangel, coincidieron hoy en alabar el papel que ha desempeñado la Casa Real ante el ‘caso Nóos’, un día después de confirmarse la imputación de la infanta Cristina.
Marcos, Lizcano, Hoyo y Rangel participaron en un debate organizado por Servimedia sobre la Monarquía, la figura de Felipe VI y las perspectivas de su recién iniciado reinado, que, entre otros aspectos, trató la influencia del ‘caso Nóos’ en la imagen de la Monarquía, el aforamiento de Juan Carlos I y el papel que ha de jugar el nuevo rey en el proceso soberanista catalán.
La discusión comenzó abordando la pertinencia o no de la Monarquía como institución. Marcos, como era de esperar, afirmó que “en España desde luego” y se remitió a que desde 196 “los hechos cantan”, pues bajo Juan Carlos I España ha alcanzado los mayores niveles de desarrollo político, económico, social y cultural. Los países escandinavos serían otra prueba de las bondades del modelo.
En el mismo sentido se pronunció Hoyo, quien comentó que el modelo “hasta ahora ha funcionado muy bien” y que la figura del Rey da “estabilidad” y “continuidad” y es “el mejor embajador ue tenemos”. Además, confía en que Felipe VI, “muy preparado y consciente de la realidad de la calle”, va a dar “un revulsivo” de modernidad a la Corona.
Rangel le contestó que los logros alcanzados por España no se deben a la Monarquía, sino a la democracia, y que si la soberanía reside en el pueblo habría que atender a las encuestas que reflejan que la alta valoración que antes recibía la Monarquía ha caído hasta una puntuación del 3,72. Por eso, se mostró a favor de “plantear todos los debates que haga falta”, por supuesto “por los cauces establecidos”.
Desde el punto de vista de la transparencia, Lizcano no ve correlación entre ninguno de ambos sistemas y un mayor nivel de limpieza o menor de corrupción. A su modo de ver, “desde un punto de vista conceptual la república quizá sea más participativa”, pero de cara al interés de la gente las instituciones tienen que ser útiles y “lo que hay en España propicia que se mantenga el sistema vigente” mejor que “entregar la jefatura del Estado a los partidos políticos”.
Para Marcos Vallejo, el de monarquía frente a república “es un debate artificial” porque a la mayoría de la gente lo que le importa es la crisis y ya votó en su día por la primera al aprobar la Constitución, y la monarquía sigue siendo de las instituciones más valoradas y ocupa el puesto 29 entre las preocupaciones ciudadanas. Rangel apuntó que, mientras se plantea por los procedimientos legales, el Rey lo que tiene que hacer es ganarse ante los españoles la ‘auctoritas’, el prestigio para ejercer el puesto, como también le ocurriría a un presidente de la República.
'CASO NÓOS'
En este sentido, Marcos piensa que el ‘caso Nóos’ ha ejercido un impacto sólo puntual sobre la institución, al ser la principal implicada alguien “añadido” a la familia, y por eso reprochó al Gobierno “cierto complejo” al haber apostado por el “perfil bajo” en el acto de proclamación, que debería haber sido día de fiesta nacional.
Para el portavoz de la Asociación Monárquica Europea, además, sólo hay “indicios” para juzgar a la infanta Cristina, no pruebas, y el juez Castro “se ha visto influido por el papel de justiciero” que “la gente lo pide”, de tal modo que si al final la hermana de Felipe VI es declarada inocente “dirán que se ha amañado el juicio porque lo que quieren es verla crucificada”.
En lo adecuado de la forma en que la Casa Real ha afrontado el ‘caso Nóos’ coincidieron todos los participantes. Lizcano lo calificó de “ejemplar” e “impoluto”, recordando las manifestaciones tanto de Juan Carlos I como de Felipe sobre la integridad y que la justicia es igual para todos. Y ve “razonado” el auto de imputación de Cristina.
Rangel también admitió que ha sido una “actitud correcta”, y no quiso entrar en la actuación del juez Castro, que llamó a respetar y sólo comentar hechos probados y sentencias. Tampoco Hoyo entró a valorar al juez Castro, aunque sí cree que un juicio “tan mediático” ha condenado a la infanta con sólo la imputación. La diputada del PP llamó la atención sobre que el papel de Felipe ha sido “ejemplar”, y “no le ha debido resultar facil porque es su hermana”, pese a lo cual la dejó fuera del acto de proclamación.
AFORAMIENTO DE JUAN CARLOS I
Más disensiones entre los intervinientes hubo en cuanto al aforamiento de Juan Carlos I y la forma en que se ha tramitado parlamentariamente.
Marcos defiende que se haya hecho “para evitar denuncias absurdas contra el rey que ha estado 30 años trabajando por los españoles” y criticó que partidos como el PSOE “se la cojan con papel de fumar” con el tema del procedimiento. Por el contrario, Lizcano entiende que una figura como el aforamiento “no es demasiado admisible”, seal el del rey o el de un diputado.
Entre los dos representantes políticos, que coincidieron en recordar que aforamiento no es impunidad, sino que te juzga el Tribunal Supremo, el del PSC cree que se ha hecho “una chapuza parlamentaria que flaco favor le hace a la Monarquía, porque levanta todo tipo de suspicacias”.
La del PP, en cambio, dijo que no entiende por qué el PSOE se abstuvo en el Congreso de los Diputados estando de acuerdo con el contenido y siendo una forma parlamentariamente válida.
CATALUÑA
Finalmente, el debate comentó uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta el reinado de Felipe VI nada más iniciarse: el proceso soberanista en Cataluña. Aquí, los interlocutores coincidieron en que no se puede pedir al Rey que arregle algo que les corresponde a los gobiernos español y catalán.
“El Rey puede recomendarles que hablen, pero poca cosa más", dijo Rangel, además de criticar al PP por ser “la mayor fábrica de independentistas”, algo que negó Hoyo reprochando al PSOE lo “ambiguo” que se muestra en temas que a su juicio están claros. A esta crítica también se apuntó Juan Marcos. La diputada popular apostilló que “si el Rey pueda ayudar a que se solucione mediante el diálogo me parece bien”.
El portavoz de la Asociación Monárquica Europea suscribió que “el Rey debe ceñirse, y lo dijo él mismo en su discurso de proclamación, a su papel constitucional” de árbitro. Pero recordó que también es “símbolo de la unidad” de España, con lo que puede “promover el diálogo, los consensos, intentar que Mas se apee de la burra”; eso sí, sin meterse directamente en dicho diálogo.
Rangel quiso recordar que en ese discurso el Rey habló también de unidad en la diversidad, lo que a su juicio encarna el federalismo que propugnan los socialistas. Desde el PP, Hoyo dijo que el Estado de las Autonomía ya garantiza la unidad no uniforme sino diversa.
Lizcano, por último, afirmó que confía plenamente en Felipe VI y su capacidad para impulsar el diálogo, sin pronunciarse pero propiciando el encuentro. También espera que ayude a conformar un frente social por la transparencia contra la corrupción.
Hoyo confía en que el nuevo Rey acerque la institución a todas las personas y especialmente a los jóvenes, que no vivieron la Transición y por tanto no valoran tanto la importancia de la Monarquía. En el mismo sentido, Marcos cree que trabajará para estar más cerca de los ciudadanos y demostrar que conoce sus problemas. Tal sería también para Rangel la mejor forma de que Felipe VI se ganara la “auctoritas” que estima imprescindible para justificar su cargo.

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