Rubalcaba admite que Bruselas obligue a pequeños cambios de control del gasto

Madrid.- El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, admitió hoy la posibilidad de que España tenga que realizar eventualmente "pequeños cambios" en el control del gasto y de la deuda dentro del pacto por el euro que se aprobará en el Consejo Europeo de mañana y el viernes en Bruselas.

Así respondió Pérez Rubalcaba en la sesión de control al Gobierno en el pleno del Congreso a la pregunta de la portavoz del PP Soraya Sáenz de Santamaría sobre si el Ejecutivo mantiene su oposición a la reforma de las Leyes de Estabilidad Presupuestaria.

Rubalcaba subrayó que el Ejecutivo no impondrá un techo de gasto a las comunidades autónomas porque va contra la Constitución, si bien señaló que es bueno que lo haya y que por eso el PSOE recogerá en su programa electoral que cada autonomía establezca el suyo.

El vicepresidente emplazó al PP a llegar a un acuerdo en este aspecto para que este partido también lo haga donde gobierne.

Asimismo, destacó los años de superávit vividos durante el mandato socialista y añadió que las cuentas también están cuadrando en las comunidades autónomas, "lo que ha permitido superar una situación de dificultad para combatir el déficit, con medidas de recorte hechas con nuestras manitas y solitos, sin la ayuda del PP".

Por su parte, Sáenz de Santamaría empezó su intervención diciendo a Rubalcaba que del "caso faisán" sabe mucho y dice poco, y que de economía sabe poco, aunque confiaba en que contara algo más, a lo que el vicepresidente respondió diciendo que la portavoz del PP sabe "regulín" de economía.

Sáenz de Santamaría afirmó que lo que mañana aprobará el Consejo Europeo ya lo propuso en su momento el PP y el Gobierno se negó a modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria, "porque cambiarla era reconocer que el Gobierno se había equivocado, porque quería gastar sin control y porque era una propuesta del PP".

En este sentido, indicó que ahora sí lo hará porque se lo ha dicho "el pinganillo de Bruselas, que son los que mandan aquí".

Además, aseguró que no hay estabilidad en los presupuestos, y tampoco en la economía y en el Gobierno, "que tiene tanto ruido dentro que no escucha lo que dice la gente fuera".