Rubalcaba, el gran estratega

  • Este cántabro afincado en Madrid supo hacerse su hueco en la etapa de Felipe González, en la de Joaquín Almunia y ahora en la José Luis Rodríguez Zapatero. Es uno de los pocos ministros que ha dado alegrías al presidente gracias a los éxitos en la lucha contra ETA. Pero hay más. Alfredo Pérez Rubalcaba mueve muchos hilos dentro y fuera del partido. Su última maniobra ha sido desbancar a Carme Chacón de la carrera socialista para ser nombrado, sin rival, candidato del PSOE. Ahora deja el Gobierno para centrarse en su último 'sprint'.
Alfredo Pérez Rubalcaba
Alfredo Pérez Rubalcaba
Raúl Arias
Beatriz Toribio

Vicepresidente primero, portavoz del Gobierno y ministro del Interior. Estos cargos ya son historia. Rubalcaba abandona su segunda etapa de gobierno para centrarse en alcanza La Moncloa pero como presidente.

"¡Dios mío, volver a La Moncloa! Ya estuve allí y no quiero volver!". Con esa frase respondía Alfredo Pérez Rubalcaba a una pregunta de Juan José Millas -en un reportaje para El País Semanal- sobre sus posibilidades de convertirse en vicepresidente en una remodelación de Gobierno. Al final este político estratega lo consiguió y se convirtió en superministro.

Su última carrera ha sido sin rival. Rubalcaba consiguió desbancar a Carme Chacón antes de que se diera el pistoletazo de salida y se convirtió en candidato virtual del PSOE para las próximas elecciones.

Lo cierto es que este cántabro afincado en Madrid ha sido uno de los ministros más influyentes en el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Y uno de los pocos que le ha dado alegrías. Los éxitos alcanzados durante la última legislatura en la lucha contra ETA han dejado a la banda muy tocada y debilitada. Muchos analistas le consideran uno de los mejores ministros de Interior que ha tenido España.

Además de descabezar una y otra vez a la banda terrorista, Rubalcaba ha tenido otros logros: el Tráfico también es su competencia y la nueva normativa –con el carnet por puntos como mejor ejemplo- ha conseguido reducir considerablemente el número de fallecidos en las carreteras.


Un gran comunicador que conecta con la gente

Sin embargo, no es sólo eso lo que convierte a Alfredo Pérez Rubalcaba en uno de los políticos mejor valorados. También es su dialéctica y su talante de buen comunicador, algo que él mismo achaca a su pasado en la docencia como profesor en la Universidad Complutense de Madrid.

En el PP lo atribuyen más a su experiencia política. Y es que , este químico de formación, ha ocupado altos cargos tanto con Felipe González como con José Luis Rodríguez Zapatero. Con el primero, dio la cara en la última etapa del Gobierno socialista -la más dura- como ministro de la Presidencia y Relaciones con las Cortes. Y al segundo le ayudó a hacerse con el Congreso como portavoz del Grupo Socialista.

Hasta Joaquín Almunia tiró de él cuando fue secretario general del PSOE. En el PP le temen y le respetan. "Es perro viejo" dicen y eso que aún no ha cumplido los 60.

Rubalcaba es sobre todo un estratega,y no sólo en la lucha contra ETA. También en la política. Es junto conBlanco, uno de los políticos más cercanos al presidente. Sabe medir los tiempos dentro y fuera del partido, mover las fichas correctas y buscar esa frase que sabe que saldrá en el telediario.


Un socialista convencido en una familia de derechas

Da la casualidad de que procede de una familia conservadora, pero en 1974 ingresa en el PSOE y con la llegada al Gobierno en 1982 ocupa diferentes cargos relacionados con la Educación. Seis años después ocupa el cargo de secretario de Estado en esta materia y a partir de ahí empieza una carrera política imparable: con Felipe González ha sido ministro Educación (1992-1993) y de la Presidencia (1993-1996).

Tanto Joaquín Almunia como José Luis Rodríguez Zapatero le encomiendan importantes tareas dentro del partido cuando el PSOE está en la oposición. De hecho, es el artífice de la Estrategia Electoral para las elecciones de 2004 y quien más arremetió contra el Gobierno del PP en los atentados del 11-M.

Ese enfrentamiento contra el principal partido de la oposición en uno de los capítulos más oscuros de la Historia de España marcaron su imagen de "duro" que, como él mismo reconocía en la entrevista citada anteriormente, "se ha suavizado" desde su paso por Interior.

Cuando Zapatero se hace con La Moncloa lo coloca como portavoz en el Congreso primero y al frente de Interior después, tras la fallida tregua de ETA. Quizás la resistencia que ha adquirido gracias a su afición por el atletismo –con poco más de 20 años corrió los 100 metros lisos en 10,9 segundos- le ha servido para escalar tan alto en su carrera.

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