Rusia le dio oxígeno al régimen sirio, que ahora debe demostrar si puede sobrevivir

Los aviones rusos empiezan a abandonar el cielo sirio después de haberle dado oxígeno vital al régimen del presidente Bashar al Asad, que ahora debe demostrar si es capaz de mantener la iniciativa, según los expertos.

Asad "está en una posición mucho mejor, mientras que sus enemigos se han debilitado" destaca el experto Aron Lund, que dirige el sitio web Syria Crisis.

"Pero eso no significa que la guerra haya terminado", añadió.

En cinco meses de bombardeos intensivos, Moscú ha sido capaz de "cambiar el equilibrio de las fuerzas sobre el terreno en beneficio del régimen" destaca.

Los bombarderos Su-24, los cazas Su-25 y los tanques T-90 han permitido al ejército sirio encadenar victorias en un momento crítico, tras el verano de 2015. Pero los occidentales acusan a Moscú de haber machacado a los rebeldes más moderados en lugar de concentrarse en la organización Estado Islámico (EI) y los otros grupos yihadistas.

Para Thomas Pierret, especialista en Siria de la Universidad de Edimburgo, los bombardeos "frenaron en seco el avance de los rebeldes y permitieron al régimen (...) recuperar posiciones estratégicas en Alepo, Latakia, Damasco y Deraa".

El ejército sirio está en una fase de reconquista, resume Aron Lund, mientras que los grupos rebeldes pierden terreno, sobre todo tras la ofensiva de envergadura lanzada por el régimen en la provincia de Alepo en febrero.

El anuncio de la retirada rusa plantea sin embargo numerosos interrogantes bélicos: ¿el régimen continuará con esa ofensiva? ¿Podrá mantener sus posiciones en torno a la provincia de Latakia, bastión de la comunidad alauita, en cuyo seno surgió la familia Asad?

"El anuncio de la retirada de las tropas rusas es sobre todo psicológico" estima el geógrafo y especialista de Siria Fabrice Balanche.

"Podría ser interpretado como un abandono de Bashar Al Asad, pero al mismo tiempo vemos como la oposición siria no se alegra. Está a la espera de saber si esa retirada es real o no".

Rusia mantendrá en Siria 800 soldados, según el presidente de la comisión de Defensa del Consejo de la Federación (caámara baja del Parlamento), Viktor Ozerov.

En cuanto a las capacidades militares del régimen, Rusia no se va sin antes entregar a su aliado "nuevos tanques capaces de resistir los misiles (anticarro) TOW", así como aviones y helicópteros, afirma Balanche. Las baterías de misiles antiaéreos S-400, ultramodernas, se mantendrán desplegadas.

Para Aron Lund, el régimen también podrá contar con la aviación rusa, en particular en el este del país.

Los aparatos rusos lo demostraron el martes mediante ataques aéreos en torno a Palmira, en manos del EI desde mayo de 2015.

Retomar Palmira "sin la aviación rusa será difícil para las fuerzas del régimen" según Pierret.

El EI no reaccionó al anuncio del presidente Putin, mientras que el Frente Al Nosra, la rama siria de Al Qaida, prometió lanzar una nueva ofensiva en las próximas 48 horas, tras esta "derrota" de Rusia.

Ni el EI ni Al Nosra acatan la tregua decretada los rebeldes y el régimen.

Al Qaida ha perdido numerosos sectores en la provincia de Latakia así como una gran parte de la provincia de Alepo.

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