Salamanca espera a una cigüeña negra que migró con un GPS a Mauritania

  • Espeja (Salamanca).- La Fundación Naturaleza y Hombre, a través del programa europeo Life-Naturaleza, realiza desde el pasado mes de julio un seguimiento vía GPS a un ejemplar de cigüeña negra capturado en Salamanca, cuya llegada desde el continente africano se espera en los próximos días.

Salamanca espera a una cigüeña negra que migró con un GPS a Mauritania
Salamanca espera a una cigüeña negra que migró con un GPS a Mauritania

Espeja (Salamanca).- La Fundación Naturaleza y Hombre, a través del programa europeo Life-Naturaleza, realiza desde el pasado mes de julio un seguimiento vía GPS a un ejemplar de cigüeña negra capturado en Salamanca, cuya llegada desde el continente africano se espera en los próximos días.

Al contrario que la cigüeña blanca, que llega a España por San Blas, la cigüeña negra, especie protegida, regresa más tarde de su periplo migratorio y, en muchas ocasiones, muere en el intento.

A mediados de marzo hay tres parajes en Castilla y León, la comarca salmantina de Ciudad Rodrigo, el Parque Natural Arribes del Duero, entre Salamanca y Zamora, y el Valle del Tiétar en Ávila, que reciben a los primeros ejemplares.

Por este motivo, la Fundación Naturaleza y Hombre esperan "impacientes" la llegada del ejemplar al que se le ha incorporado un emisor.

Tras criar a dos pollos en una dehesa de la comarca de Ciudad Rodrigo, la cigüeña fue capturada antes de migrar, para ser anillada y para colocarle en la parte posterior el emisor que ha transmitido vía satélite la localización del ave.

Según ha explicado hoy a EFE Diego Benito, uno de los responsables del proyecto, la cigüeña se marchó a finales de verano y tras pasar por Extremadura, el Parque Nacional de Doñana y cruzar el Estrecho de Gibraltar, el ejemplar se asentó en Mauritania, sin que, por el momento, haya sufrido percance alguno.

Este emisor lo tendrá colocado durante tres años y el objetivo es saber algo más del comportamiento de esta variedad de cigüeña, que al contrario que la blanca, es "muy huidiza y sólo anida en zonas alejadas de la urbe", donde no hay ruidos ni presencia humana.

Su carácter solitario y huidizo es el que motiva que sea una especie muy vulnerable al desarrollo de nuevas infraestructuras o a la presencia masiva de excursionistas.

De hecho, en pueblos salmantinos como Espeja o Campillo de Azaba, la construcción de nuevas carreteras tuvieron que modificar su trazado debido a la existencia de nidos de cigüeña negra.

Se asienta en zonas de encinas y alcornoques, junto a riberas poco frecuentadas por el hombre, donde pueda capturar la pesca suficiente para sobrevivir junto a sus polluelos.

Según la Fundación Naturaleza y Hombre, se calcula que en Castilla y León hay alrededor de 70 parejas reproductoras, del total de 350 que hay en España.

De estas, 25 parejas nidifican en el Valle de Azaba, un entorno situado en la comarca de Ciudad Rodrigo, catalogado como Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) y donde la Fundación Naturaleza y Hombre desarrolla un proyecto piloto en 500 hectáreas del municipio de Espeja, para la mejora y recuperación del hábitat de ciertas especies.

La cigüeña negra es menor que la blanca, aunque puede alcanzar un altura de 100 centímetros y una envergadura con las alas abiertas de 160 centímetros.

El mayor problema al que se enfrenta la cigüeña negra es la alta mortandad infantil, debido, sobre todo, al "furtivismo y a los tendidos eléctricos", según Diego Benito.

La alteración del hábitat es otro de los factores de riesgo, ya que la presencia masiva de personas en su zona de cría produce que la cigüeña negra abandone el nido donde tiene puestos los huevos.

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