Sánchez cabalga; Rajoy asombrado

Mientras Su Majestad Felipe VI recaba las opiniones de los partidos con representación parlamentaria, el jinete Sánchez cabalga. En las filas del PP el desánimo cunde. Rajoy llama a la cordura y propone incluso Reformas constitucionales, pero su voz no tiene ecos de respuestas. Incluso hay comentaristas alineados con el PP que dicen que no está proponiendo nada. Le acusan de inanición y silencio cuando no es así. No hay día que el actual residente calle. Pero es lo mismo. Como enfrente tiene una pared en la que rebotan sus palabras, haga lo que haga no suenan.

Mientras Su Majestad analiza las distintas posiciones y acuerdos, el PP es un hervidero decenáculos. Los nombres de posibles personas ajenas a Mariano Rajoy para poder llegar a unacuerdo con el PSOE surgen. Por parte popular se habla del, hasta ahora, ministro de exterioresGarcía Margallo. Por el PSOE se propone a Bono. Los dos aducen buenas relaciones con laparte contraria. Pero todo suena a arreglo de opereta, incluso la posible mediación de FelipeGonzalez para construir el puente entre los dos grandes partidos. Incluso se barajan nombrescomo Solana o García Vargas de Presidente de consenso. Nada de esto es serio, pero que estéen la opinión "publicada" es un indicio de la soledad de la propuesta Rajoy. El superviviente decien batallas políticas se encuentra aislado, quiera o no reconocerlo.

Mientas Su Majestad consulta, la izquierda se mueve. Esquerra Republicana ha llegado a laconvicción de que cualquier cosa es mejor que un Gobierno del PP. Si su abstención es útil paradesalojar a los populares de la Moncloa, la ofrecerá en bandeja a una coalición PSOE-Podemosque considera floja y bizcocheable para sus intereses independentistas. Los nacionalistas decentro-derecha están a favor de la izquierda. DyL la marca blanca de Convergencia votará conERC, su aliado en el Govern catalán. El PNV sabe que cuanto más inestable sea el Gobierno deEspaña mejor para sus intenciones, que ahora es mantener el cupo y no pagarlo, la mejor de lassituaciones, a su lado la independencia es una tontería, porque cobra y no gasta en temascomunes al resto de España. Ya verán que hacer si Cataluña se escindiera, esperar y ver. IU esun mero apéndice que sólo espera unirse orgánicamente a Podemos.

Mientras Su Majestad termina sus rondas, ante este panorama, el PP no tiene nada que hacer.Sus dirigentes lo saben, Sánchez lo sabe, Ciudadanos lo sabe, el Rey lo sabe y la población quevotó al PP empieza a barruntar el final. Le guste o no los hechos son tozudos. Los númerosparlamentarios también.

Mientras Su Majestad escucha, solo algunos contrarios a un frente de izquierdas siguen confiandoen que el PSOE de toda la vida, el del citado Felipe González, impida laoperaciónPSOE/Podemos. Pero se olvidan que el poder aglutina. En tanto que Sánchez de lasensación de cabalgar nadie se mueve, no vaya a ser lo consiga y luego tome venganzas.

Mientras Su Majestad trabaja en la discreción, Sánchez cabalga y Rajoy le mira asombrado. Elactual Presidente se pregunta: ¿Será posible lo que veo? Si Mariano ¡es posible! le dicen losmedios. La vida es así de dura. Pero para el final de la película aún quedan varias escenas... hasta que no aparezca "The End", nada es seguro (al menos eso quiere pensar el Presidente en funciones).