Sánchez 'olvida' a las confluencias de Podemos, firmes defensoras del derecho a decidir

    • La primera ronda negociadora no incluye a los socios de Iglesias, pese a que estos reclaman su autonomía.

El portavoz de En Comú Podem, Xavier Domenech, con Iglesias y Errejón.
El portavoz de En Comú Podem, Xavier Domenech, con Iglesias y Errejón.

La agenda en la que el líder socialista, Pedro Sánchez, confía el futuro gobierno, y también su devenir político, no es menor. No lo es ni en las presencias, ni en las ausencias. Para empezar, Sánchez ha excluido de esa ronda negociadora a PP y a partidos nacionalistas. Lo segundo era previsible, en cumplimiento a la directriz marcada por sus barones de no contar con el respaldo activo ni pasivo de los independentistas.

Lo primero evidencia que Sánchez no tiene la menor intención de dar a los populares un papel relevante en sus planes de gobierno. Ayer anunció su disposición al diálogo, pero en corto, nada de discusiones para la investidura. Ahora, Sánchez limita cualquier posibilidad de entenderse con el partido de Rajoy para trenzar el futuro escenario político.

Las ausencias son también relevantes. El candidato no ha incluido en esa agenda-que empezará esta misma tarde con Coalición Canaria-a ninguna de las confluencias de Podemos, partido que ha dejado para el final en vistas a que puede ser también la negociación más compleja. Las alianzas- En Marea, En Comú Podem y Compromís-Podemos- no están incluidas, pese a que las mismas reclamaron tener un papel autónomo en las conversaciones para un futuro pacto de gobierno. De los 69 escaños logrados por la formación emergente, 27 se deben al éxito de las coaliciones territoriales.

El gesto no es menor, y puede tener consecuencias. El malestar en las confluencias es ya notable desde que el PSOE vetó, con PP y Ciudadanos, la posibilidad de que éstas constituyesen su propio grupo en el Congreso. A Iglesias no le quedó otra que asumir la negativa e improvisar la fórmula de un grupo confederal que provocó la primera crisis seria con estas candidaturas. Los cuatro diputados de Compromís, de hecho, decidieron entonces romper con Podemos y pasarse al grupo Mixto, en señal de rechazo.

La confluencia catalana se reunirá este jueves con los representantes del PSC, aunque esperan un encuentro con la dirección socialista. Los gallegos, por su parte, han convocado una reunión para analizar el escenario.

Los socios de Podemos quieren mantener su autonomía en la hoja de ruta para la formación de gobierno. De hecho, asistieron por separado a las reuniones mantenidas con el rey en la ronda de contactos para la investidura.

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