Sarkozy finaliza su declaración y escapa de nuevo a la imputación

Sarkozy ha declarado casi cinco horas seguidas este miércoles en París para responder ante la justicia en relación al caso Bygmalion, el famoso escándalo relativo a la campaña electoral en el que presuntamente habría recibido financiación irregular.

Los jueces, como así indica la prensa francesa, le han puesto en el estatus de "testigo asistido", una figura francesa a caballo entre testigo e imputado. De esta manera escapa de nuevo a la imputación.

Tal y como informa France Info, Sarkozy habría convencido a los jueces pero tendría que volver a presentarse para declarar en caso de que así lo requiriera la investigación pertinente. Esta figura legal, única en el derecho francés, quiere decir que los magistrados tienen indicios de que esa persona ha participado en la comisión de infracciones.

Sarko no ha escapado de las garras de la justicia, de hecho las autoridades francesas han puesto en guardia y custodia a tres de sus acólitos en esta campaña: el director Guillaume Lambert, el tesorero Philippe Briand y el abogado Philippe Blanchetier.

El escándalo tiene que ver con la emisión de las facturas falsas. Ya el pasado septiembre el diario Le Monde publicaba que, en función de los documentos de las investigaciones previas del caso, el montante de los recibos podría ascender a más de 18, 5 millones de euros.

Las autoridades están decididas a que van a llegar hasta el final para saber cuál es el papel que jugó "Sarko" en el caso de las facturas pues los investigadores han confirmado que hay un sistema de financiación oculto en la campaña.

Nicolás Sarkozy siempre ha negado de manera tajante tener conocimiento sobre este sistema de financiación fraudulento. Si se probase el delito de tráfico de influencias Sarkozy podría enfrentarse a penas de hasta diez años de prisión y multas de hasta 150.000 euros tal y como señala el Código Penal francés en materia anticorrupción.