Se acercan las urnas, vuelve el Rajoy mitinero

  • Patricia de Arce.

Patricia de Arce.

Valladolid, 2 feb.- Ni grandes anuncios, ni sesudos análisis. Mariano Rajoy ha cerrado la convención de su partido con un mitin en el más amplio sentido de la palabra, lleno de proclamas electorales y también de artillería, la que ha soltado contra Alfredo Pérez Rubalcaba.

Hacía mucho que el presidente del Gobierno no se dirigía al líder de la oposición de una forma tan explícita en un acto de estas características. Pero el calendario manda, y toca dar el pistoletazo a la campaña para ganar las elecciones europeas del 25 de mayo.

Y con un tono desafiante, Rajoy se ha dirigido directamente a Rubalcaba para reprocharle que no admita que ha comenzado la recuperación.

"Tú, o te callas o reconoces el mérito de la gente". "No le ocultes la verdad de la recuperación como antes le ocultaste la del hundimiento". Ha sido el momento más mitinero y, lógicamente, el más aplaudido por los populares.

Se esperaba hoy que Rajoy diera más detalles de su reforma fiscal, pero no lo ha hecho. Sólo se ha limitado a prometer que esta vez sí, que ahora puede, que va a bajar los impuestos como prometió en su programa electoral, e incluso ha asegurado que lo va a hacer durante varios años.

Es la promesa más clara con la que el PP arranca esta segunda parte de la legislatura, la fase en la que el partido del Gobierno tiene que pasar el primer examen de las europeas para llegar en 2015 a las reválidas más deseadas: las autonómicas y municipales, y, después, las generales.

Queda mucho, pero queda poco, y toca acelerar. Mariano Rajoy ha marcado en Valladolid el discurso político en el que se va a centrar su Gobierno y su partido en los dos próximos años.

Pero también ha venido a esta convención a dar oxígeno a los suyos, que llegaban un tanto tocados por varios episodios, como la baja del eurodiputado Alejo Vidal-Quadras, la decisión de Jaime Mayor Oreja de no concurrir a las europeas, la ausencia de su presidente de honor, José María Aznar, o el alejamiento cada vez mayor de un sector de las víctimas del terrorismo.

Y no solo por eso. El partido también ha buscado con esta convención levantar el ánimo de sus militantes y sus dirigentes, que llevan dos años intentando explicar el porqué de una política económica y unas reformas que han tenido una fuerte contestación social.

Por si no se había oído suficientemente estos tres días, Rajoy ha cerrado su discurso proclamando que el suyo es un partido "fuerte" porque está "unido", y también ha tenido palabras de aliento para las más 'sufridoras' en este momento en el PP: Alicia Sánchez-Camacho y Arantza Quiroga.

"No estáis solos", les ha dicho a los populares catalanes -mientras la presidenta del PPC se levantaba de su asiento lanzando besos al público- y después de prometer, una vez más, que preservará la unidad de España frente al desafío soberanista.

Y otro capote más a la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, a quien ha prometido que todos los populares trabajarán "codo con codo" para lograr la "derrota definitiva" de ETA y hacer así el "mejor homenaje" a las víctimas.

Con la intervención de Mariano Rajoy se ha cerrado esta convención que abre la precampaña de los populares para las europeas, aunque aún no tengan cabeza de lista.

Varios dirigentes han admitido estos días que ya no quedará mucho para que el presidente tome una decisión sobre quién debe estar en el número uno de la candidatura, y muchos han coincidido en que la mejor apuesta es Miguel Arias Cañete.

Eso sí, la lista debe tener un número dos de peso, porque en el PP nadie duda de que Cañete quiere ser comisario europeo y necesitan por tanto un futuro portavoz parlamentario que se quede en su lugar.

Esa ya es otra quiniela, y pocos se atreven a hacer conjeturas, aunque gana adeptos la idea de que sea una mujer. Al menos así lo han comentado algunos dirigentes en los corrillos de estos días.

A falta de nombres, mensajes. Empezando por los impuestos, un tema recurrente para los dos próximos años, el primero porque es cuando la reforma se aprobará, y el segundo por ser el de aplicación.

Y no hay promesa electoral más efectiva que la que afecta directamente a los bolsillos de los ciudadanos. Rajoy lo sabe, el PP lo sabe, y las urnas están ahí, cada vez más cerca.

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