Seis presos de ETA que cumplen condena en la prisión abulense de Nanclares de Oca se han desvinculado de la banda armada, según publica el diario El País, que cita una carta a la que ha tenido acceso.
La decisión se produce mientras el colectivo etarra sufre una falta de cohesión interna - según las estimaciones del Ministerio del Interior - y poco después de que se anunciara una huelga de hambre de parte de sus integrantes para reivindicar su estatus de prisioneros políticos que estiman que les corresponde y denunciar la política penitenciaria.
Al parecer los nuevos disidentes como Fernando de Luis Astarloa, Josu García Corporales (fue el principal sospechoso, aunque fue exculpado, del atentado de Aluche en 1991 en el que resultó herida la joven Irene Villa), Luis María Lizarralde Izagirre, Andoni Altza Hernández, José Manuel Fernández de Nanclares y José Antonio Hernández Velasco.
En la misiva estos terroristas, condenados por numerosos atentados, anuncian su "desvinculación por voluntad propia" de la banda, así como niegan la expulsión de ETA de otros nueve integrantes: José Luis Álvarez Santacristina, Txelis; Kepa Pikabea, Joseba Urrusolo Sistiaga, Karmen Gisasola, Iñaki Rekarte Ibarra, Andoni Muñoz Berrio, Valentín Lasarte, Esteban Murillo y Jorge Uruñuela.
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