¿Servirá la crisis japonesa para limar asperezas con China?

  • China ha enviado un equipo de rescate compuesto por 15 hombres y ha dado promesas de ayuda a Japón ante los estragos del terremoto y tsunami catastrófico, pero estos ofrecimientos de ayuda en una situación de crisis no significan necesariamente un cambio a largo plazo en la relación contenciosa que mantienen ambos países.
Chinese Premier Wen Jiabao Holds News Conference
Chinese Premier Wen Jiabao Holds News Conference
Kathleen E. McLaughlin, Pekín (China) | GlobalPost

Cuando China sufrió hace tres años un terremoto en la provincia rural de Sichuán que provocó la muerte de casi 90.000 personas, un pequeño equipo japonés de búsqueda y rescate copó los titulares internacionales, al ayudar en los esfuerzos de recuperación. El simbolismo era grande: las tropas japonesas no habían podido entrar en China durante 60 años, desde la Segunda Guerra Mundial, cuando fueron expulsados.

La respuesta ante el desastre de Sichuán también marcó el inicio de una actitud mucho más transparente de un país que fue sepultado por el terremoto de Tangshan de 1976 y rechazó la ayuda extranjera ante un desastre que podía haber causado la muerte a 250.000 personas.

El equipo japonés en Sichuán, utilizando equipamiento de rescate de clase mundial y perros de rescate no encontró ni un solo superviviente, en parte quizás porque las negociaciones retrasaron su llegada durante varios días. Cuando el equipo salió de China, trasladado por la puerta lateral de un pequeño hotel en Chengdu, el equipo japonés parecía seguro de que lo había hecho lo mejor posible.

Ahora China, la segunda economía del mundo y una fuerza política global, está en posición de poder echar una mano.Los medios de comunicación estatales de China informaron ampliamente de las ofertas de ayuda, mostrando amplios despliegues fotográficos y diversos reportajes sobre los trabajos del equipo chino desplegado a Japón.

"Los trabajadores chinos en el seísmo saben exactamente lo que los japoneses sienten en este momento. Estamos dispuestos a ofrecer ayuda a Japón en cualquier momento ", adelantó el día del terremoto el director de la Administración Sismológica de China, Chen Jianmin, a su homólogo japonés, según la agencia de noticias Xinhua.

Con toda la atención mundial que acapararon los equipos de rescate japoneses en 2008, se especuló con la esperanza de que las relaciones chino-japonesas habían superado un escollo importante. Sin embargo, en los últimos tres años han estado marcadas por disputas y por un desgaste en las relaciones diplomáticas. Y mientras la opinión pública china habla sin parar sobre la crisis de Japón, las instancias superiores han adoptado un enfoque mucho más cauteloso a la hora de abordar la situación.

Únicamente el lunes, al final de su rueda de prensa de unas dos horas y media de duración, el primer ministro Wen Jiabao, dedicó unas palabras a Japón. Primero preguntó si había periodistas japoneses entre los cientos que había allí concentrados, después dijo que no quería recibir preguntas suyas pero algo tenía que decir. Wen ofreció sus "sentidas condolencias" a Japón.

Wen Jiabao se reúne con los reporteros una vez al año, en la clausura del Congreso Nacional del Pueblo. Recibe una serie de preguntas, previamente seleccionadas, de periodistas de China y de otros países. Este año no se llamó a ningún periodista japonés. Como contrapartida, Wen hizo aquella declaración.

"China también es un país propenso a los estragos que causan los terremotos y sentimos una empatía total con los sentimientos que tienen ahora", expresó Wen. "Daremos a Japón lo que necesite y queremos ayudar tanto como sea necesario".

China se ha comprometido a enviar unos 150.000 dólares (107.000 euros) a Japón para ayudarle en su recuperación. Sin embargo, queda por ver si una vez que la crisis humanitaria amaine, las relaciones volverán a ser ásperas.

Chu Xiaobo, experto en relaciones chino-japonesas de la Universidad de Pekín, apunta que las acciones simbólicas (como la ayuda de Japón en Sichuán en 2008) pueden ayudar a mejorar las relaciones.

Hace tres años, recuerda, "estas acciones de Japón llegaron al corazón de la gente de la calle en China, lo que ayudó significativamente a cambiar la percepción de Japón en las mentes de algunos chinos. Obviamente, se trató de una buena acción de comunicación". Ahora podría suceder lo mismo ante la oferta de ayuda de China a Japón.

"Creo que acciones como ésta tienen un impacto positivo en las relaciones entre los países", destaca Chu. "Los seres humanos se han vuelto más dependientes los unos de los otros y las relaciones bilaterales ya no son sólo sobre política y economía. Tratan de conexiones a unos niveles mucho más profundos".

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