Dice el refrán que más vale un mal acuerdo que un buen pleito… siempre que luego no tengas que concretarlo y convivir con las mismas personas.
España necesita un pacto de gobierno que otorgue confianza a largo plazo, por lo menos a dos o tres años vista. Por muchaeuforia que pretenda transmitir Pedro Sánchez, el PSOE no se halla capacitado en estos momentos, ni por su número de escaños ni por su cimbreante disciplina interna, para garantizar esa duración.
Es más, si Pedro Sánchez consiguiera aplacar eltrato displicenteque le dedica Pablo Iglesias y poner de acuerdo a fuerzas tan variopintas ¿sería creíbleque un mecanismo inédito y complejo vaya a soportar el paso del tiempo y el ataque de, al menos, 163 diputados opositores?
Tampoco los posibles socios de Sánchez dan muestras de conformidad con la nueva situación. Recién comenzada la legislatura, la facción valenciana de Podemos ha preferidodesgajarse delsi grupo parlamentario. En la primera negociación del Congreso, la constitución de la Mesa, sit y utilizó suexclusión del acuerdocomo ariete para golpear, sobre todo, al PSOE.
Algún tuitero ha sabido plasmar la situación con enorme sagacidad.Todo el mundo dice que los partidos no saben pactar. Yo creo que el PP y Podemos han pactado para cargarse al Psoe. pic.twitter.com/LY5HY9z7i5— Sergio Re Ve (@kekomyg) enero 25, 2016
Laubicación de los diputados en el hemicicloconstituyó otro motivo de discordia. Ojo: hablamos decuestiones de trámiteque en poco afectan a la vida ordinaria de los ciudadanos. Si los diputados se pelean al decidir dónde se sientan, y no logran un acuerdo que satisfaga a todos, ¿qué ocurrirá cuando tengan que negociar la política fiscal, la reducción de la deuda pública o la nueva ley de Educación?
"España respira aliviada", sostiene Pedro Sánchez. No,España contiene la respiración. No reprocho el optimismo del líder socialista, y menos tratándose de aquél que en la noche del 20D, con los peores resultados en la historia del PSOE en su maletín, exultaba por "haber hecho historia".
Hoy, en su primer contacto con Compromís. ¿De qué ha hablado con ellos? De la financiación de la Comunidad Valenciana, de la deuda histórica de la Comunidad Valenciana, de lasinfraestructuras ferroviarias de la Comunidad Valenciana, del derecho civil valenciano o de la reforma de la ley local. Pedro Sánchez, que se supone está negociando un acuerdo para gobernar toda el país, no sólo una parte, ha salido de la reunión asegurando que "esto empieza bien".
España ya padeció a unoptimista antropológicoy ya sabemos en qué terminó aquello. Ha llegado un punto en donde lo peor se antoja conveniente. ¿Nuevas elecciones? Sí, cuanto antes.
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