Si los padres no acuerdan el orden de los apellidos de un hijo, será un funcionario quien lo decida

  • La Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados ha alcanzado un acuerdo para que si en un plazo máximo de tres días no hay pacto entre los progenitores, será un funcionario del Registro Civil quien fijará el orden.
Beatriz Toribio

¿Primero el apellido del padre o de la madre? Esa es la tesitura a la que se tendrán que enfrentar pronto los padres de un bebé debido a la supresión de la prevalencia del apellido paterno que contempla el futuro proyecto de Ley de Registro Civil, que se debate en el Congreso.  Pero ¿qué pasa si no hay acuerdo entre los progenitores?

La Comisión de Justicia ha llegado a un acuerdo para que si en tres días los padres no son capaces de consensuar el orden, será un funcionario del Registro Civil quien fije el orden.

Se pone fin así a una larga discusión entre los grupos parlamentarios, en la que hemos visto propuestas de lo más peculiar: por ejemplo, Esquerra Republicana de Catalunya, proponía que se decidiera el orden de los apellidos por sorteo; el PNV defendía que en caso de desacuerdo, el primer apellido fuera el menos frecuente mientras que el PP apostaba por mantener el del padre en primer lugar. Y el Gobierno abogaba por el orden alfabético.

También se ha decidido que el orden establecido para un hijo debe respetarse para los posteriores nacimientos de la misma pareja.

El problema es que no se establece a qué criterios se debe acoger el funcionario del Registro para fijar el orden de los apellidos. Sólo se establece que debe "atender al interés superior" del menor. Según han explicado fuentes socialistas, se trata de que el funcionario vele por el interés del niño en casos como, por ejemplo, uno de los dos apellidos pueda tener connotaciones peyorativas.

Los bebés que vivan menos de 24 horas serán registrados

Otra novedad radica en el pacto de una enmienda por la que los bebés que hayan vivido menos de 24 horas puedan figurar en el Registro Civil.

También se ha acordado que se puedan inscribir los fallecimientos prenatales que se produzcan con posterioridad a los seis meses de gestación. Con ello, se pretende que se puedan registrar los abortos, aunque este registro no tendría efectos jurídicos.

Adiós al libro de familia

El proyecto de ley establece que desaparezcan los tradicionales libros de familia, que será sustituido por "un registro individual con una hoja o extracto en la que figuren los datos de la vida" de cada persona. Además, a cada bebé se le ortorgará un número de identificación que más adelante debe corresponder con su DNI.

No obstante, la Comisión de Justicia acordó ya hace unos días que los libros de familia que existen hoy en día sigan siendo válidos.

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