Santiago de Compostela, 3 sep.- Los equipos de rescate mantienen esta mañana las tareas de limpieza y supervisión del vertido de más de 30.000 litros de queroseno que ayer obligó a cerrar la ría coruñesa de O Burgo.
El vertido ocurrió en la noche del jueves al viernes y obligó a cerrar la ría al marisqueo, el mismo día en el que se abría la campaña de a flote, para la que cuentan con licencia 44 embarcaciones.
El vertido, de unos 33.000 litros y que ha llegado a la ría a través de la red de alcantarillado del municipio de Culleredo, procedía de un camión aparcado en un área de servicio de la AP-9 y se produjo durante la madrugada.
El conductor del camión había dado la voz de alarma al comprobar que el camión tenía una fuga y denunciado que la pérdida pudo deberse a un "sabotaje" al manipularse la válvula del depósito
La Xunta activó inmediatamente el plan territorial de contingencias para la contaminación marítima y ha procedido al despliegue de barreras para cercar la mancha contaminante e impedir que se propague por la ría.
El delegado del Gobierno, Miguel Cortizo, señaló ayer en la zona del vertido que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado ya trabajan "con todo su empeño" en tratar de "averiguar quién y por qué ha provocado este daño medioambiental y socioeconómico".
Fuentes de la Xunta informaron de que los efectivos de la Consellería de Presidencia que ayer estuvieron todo el día cambiando barreras de contención en función de la marea se retiraron por la noche, y esta mañana se incorporarán para la limpieza en tierra.
Cerca de la zona se encuentra la embarcación del servicio de Guardacostas Paio Gómez Chariño y otra auxiliar, mientras efectivos de guardacostas controlan la labor de la empresa que acomete los trabajos de limpieza.
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