En crisis, socialistas españoles postergan decisión que facilitaría investidura

La dirección interina del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se reunió este lunes por primera vez desde la tumultuosa salida de su líder Pedro Sánchez, sin decidir aún si facilitará un gobierno de la derecha para poner fin al bloqueo político en España.

El jefe de la comisión gestora, el presidente del PSOE en la región de Asturias (norte), Javier Fernández, afirmó en rueda de prensa que el órgano que dirige "no es una dirección política", por lo que corresponderá al parlamento del partido, el Comité Federal, fijar una posición.

Hasta su renuncia, empujado por un sector crítico de su partido en una caótica reunión el sábado, el exlíder socialista Pedro Sánchez defendió el "No" rotundo a permitir un nuevo gobierno del conservador Mariano Rajoy, pero ahora el PSOE debe decidir si cambia de postura.

El partido, dividido entre partidarios y detractores de la abstención, tiene que pronunciarse a contrarreloj, ya que si el 31 de octubre no hay un nuevo gobierno se disuelve automáticamente el Parlamento y se convocan nuevas elecciones, o sea, serían las terceras en un año, algo inédito en España.

"La peor solución es ir a elecciones, para el PSOE y para el país", dijo Fernández a título personal. Señaló que en los próximos días se reunirá con los líderes territoriales del partido para luego convocar al Comité Federal y sentar una posición definitiva.

España ha permanecido sin un nuevo gobierno luego de nueve meses y dos legislativas, en diciembre de 2015 y junio pasado, que desembocaron en un Parlamento muy fragmentado entre cuatro grandes formaciones incapaces de llegar a acuerdos para conformar un nuevo Ejecutivo.

En los últimos comicios, el conservador Partido Popular (PP) aumentó a 137 sus diputados de los 350 del Parlamento, insuficientes para formar gobierno en solitario, por lo que le es indispensable al menos una abstención del PSOE (85 escaños) para permitir la investidura de Rajoy, en el poder desde 2011.

Sánchez, víctima de una revuelta de críticos de su partido que le reprochaban derrotas electorales y la búsqueda de un gobierno alternativo de izquierdas, que ellos veían como irrealizable, anunció el lunes que permanecerá en su escaño en el Parlamento.

"Hoy más que nunca la militancia del PSOE es lo más importante. (...) Debemos permanecer unidos", escribió Sánchez en la red Twitter.

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