Suspendido el jefe de la agencia fronteriza británica por relajar controles

  • El responsable de la Fuerza de Control de Fronteras del Reino Unido, Brodie Clark, ha sido suspendido de sus funciones tras revelarse que los funcionarios de inmigración dejaron de revisar los pasaportes de visitantes no comunitarios.

Londres, 5 nov.- El responsable de la Fuerza de Control de Fronteras del Reino Unido, Brodie Clark, ha sido suspendido de sus funciones tras revelarse que los funcionarios de inmigración dejaron de revisar los pasaportes de visitantes no comunitarios.

Un portavoz del Ministerio de Interior se limitó a decir hoy que Clark ha sido suspendido, junto con otros dos directivos de esa fuerza, pero los medios británicos afirman que la decisión fue tomada al descubrirse que los agentes de inmigración habían recibido la orden de no molestarse en controlar los pasaportes.

Según la prensa, esta relajación ocurrió el pasado julio sin que el Gobierno estuviera al tanto de la decisión.

Además, los agentes habrían recibido instrucciones de no molestarse en revisar los datos biométricos de los pasaportes, las huellas digitales o los detalles personales contenidos en la base de datos del Ministerio del Interior, destinada a detectar sospechosos terroristas o inmigrantes ilegales.

El presidente del Comité de Interior de la Cámara de los Comunes, el diputado laborista Keith Vaz, dijo hoy que pedirá explicaciones a la ministra del Interior, Theresa May, sobre esta situación.

"Esto es increíble puesto que implica a altos miembros de la Agencia Fronteriza del Reino Unido (UKBA, siglas en inglés, y a la que pertenece la citada fuerza)", añadió Vaz.

El parlamentario consideró también sorprendente de que esta suspensión se produjera tras la publicación ayer de un informe del comité que preside sobre la situación en la UKBA, que es la responsable de todos los casos de inmigración del país.

Según el informe del comité, la UKBA le ha perdido la pista a 124.000 inmigrantes y solicitantes de asilo, una cifra equivalente a la población de la ciudad inglesa de Cambridge.

Unas cifras de la Agencia Fronteriza del Reino Unido indican que el número de casos de inmigración considerados "perdidos" se ha triplicado en seis meses al pasar de 40.500 en marzo hasta 124.000 el pasado septiembre.

Según el Comité de Interior de la Cámara de los Comunes, estos casos han ido a parar a un archivo denominado "papelera" porque los funcionarios no han localizado a los inmigrantes.

Los parlamentarios señalan que el término "archivo de papelera" es una forma burocrática que tienen los funcionarios para ocultar la situación, ya que no saben si los inmigrantes aún están en el país.

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