Tahrir sigue bullendo en contra del poder militar

  • A los manifestantes no les basta con que la Junta Militar haya propuesto celebrar un referéndum para que la gente vote si quieren que los militares se vayan. Quieren que cedan el poder a la autoridad civil ya, más allá de los comicios legislativos que comenzarán el próximo lunes y se extenderán hasta enero.
Los manifestantes egipcios siguen desafiando al poder militar
Los manifestantes egipcios siguen desafiando al poder militar
Agencias

El jefe del Ejército egipcio, tratando de aplacar las protestas callejeras que han causado al menos 32 muertos desde el pasado viernes, prometió un rápido traspaso a un gobierno civil pero no llegó a convencer a los miles de manifestantes, que se enfrentaron durante la noche a la policía.

Pero la Junta Militar se ha reservado el derecho de quedarse en el poder hasta junio, o dicho de otro modo: no se compromete a convocar elecciones presidenciales antes de julio de 2012 (al menos una mejora tras negociar con los partidos, pues el plan inicial era no convocar esos comicios hasta finales de 2012 o principios de 2013).

A ello han añadido la propuesta de celebrar un referéndum para que los egipcios voten si quieren que los militares se vayan antes. Pero tampoco ha convencido.

Un hombre falleció en enfrentamientos a primera hora del miércoles en la segunda ciudad del país, Alejandría, uno de los lugares que vivió protestas.

El mariscal de campo Mohamed Husein Tantaui, que dirige el consejo militar desde que las protestas masivas derrocaron a Hosni Mubarak en febrero, realizó un vacilante discurso televisado el martes en el que prometió que se elegiría un presidente civil antes de julio.

Confirmando que las primeras elecciones parlamentarias libres en Egipto en décadas comenzarán el lunes, el consejo también aceptó la dimisión del primer ministro civil y su gobierno, que había indignado a los demócratas con una propuesta de que el Ejército continuara fuera del control civil en una nueva Constitución.

Pero Tantaui encolerizó a muchos de los jóvenes manifestantes en la plaza Tahrir de El Cairo y otras ciudades del país al sugerir un referéndum sobre si el gobierno militar debería acabar antes - una decisión que muchos consideran una estratagema para atraer a los muchos egipcios que temen nuevas revueltas y separarlos de los jóvenes activistas.

"¡Fuera! ¡Fuera!", gritaban los manifestantes en El Cairo y, en un eco de las protestas de febrero: "El pueblo quiere derrocar al mariscal".

La policía antidisturbios que custodiaba las calles colindantes al ministerio del Interior cerca de la plaza Tahrir dispararon rondas de gases lacrimógenos a los manifestantes que se enfrentaban a ellos lanzando piedras durante la noche. Los manifestantes dijeron que la policía también usó perdigones y balas de goma.

"En cuanto amaneció comenzaron los disparos, porque nos podían ver. Por la noche no podían", dice Tareq Hussein Zaki, de 32 años y fabricante de muebles a Reuters.

Diseminadas por las calles había mascarillas quirúrgicas desechables, que los manifestantes usaron para protegerse de los gases lacrimógenos, mientras que las ambulancias continuaban trasladando a heridos de los lugares de enfrentamientos.

En la plaza Tahrir, donde cientos de manifestantes acamparon durante la noche en tiendas o a la intemperie, la gente recogía basura o la quemaba en pequeños montones. Otros distribuían comida.

"¡Debe irse! ¡No nos marcharemos!", gritaban los manifestantes contra Tantaui.

Es una batalla de voluntades cuyo resultado es difícil de predecir.

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