Trabajadores portugueses protestan contra la austeridad en el norte del país

  • Miles de trabajadores portugueses se lanzaron hoy a la calle en Oporto, llegados del norte del país, para protestar contra las medidas de austeridad del Gobierno y para pedir una política a favor del empleo y del Estado de Bienestar.

Lisboa, 9 jun.- Miles de trabajadores portugueses se lanzaron hoy a la calle en Oporto, llegados del norte del país, para protestar contra las medidas de austeridad del Gobierno y para pedir una política a favor del empleo y del Estado de Bienestar.

A pesar del fuerte viento y las precipitaciones, la manifestación, convocada por la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP, de tendencia comunista), transcurrió durante unos cuatro kilómetros hasta la estación de Sao Bento, en el centro de la segunda mayor ciudad de la país.

El líder de la plataforma sindical, Arménio Carlos, justificó la marcha como un pedido de la calle al Gobierno para cambiar de rumbo, mejorar los servicios públicos de transporte, educación y sanidad, y reactivar la demanda interna.

"Es necesario dinamizar la demanda interna, pero eso implica mejorar los ingresos de las familias. Es necesario crear empleo, pero eso implica política de combate al desempleo y la precariedad", reivindicó.

El sindicato, el mayor del país con más de 600.000 afiliados, organizó la protesta como parte de una agenda de manifestaciones que continúa el próximo día 16 en Lisboa para reunir allí a sus afiliados y trabajadores de las federaciones del sur del país.

A la manifestación se unen esta semana los paros parciales y totales en los sistemas de transportes, que este domingo -día festivo en Portugal- continúan en el sector ferroviario.

La protestas siguen mientras Portugal vive pendiente de los efectos de un severo programa de reformas y recortes, y de su capacidad de financiación de deuda pública a través de un préstamo internacional de 78.000 millones de euros.

Más de un año después del rescate, el país ha alcanzado niveles de desempleo récord, de más de un 15 por ciento, y se teme un retroceso de la economía del 3 por ciento.

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