Tranquilidad en la plaza de Yemá el Fna tras el atentado que causó 15 muertos

  • Marraquech (Marruecos).- La plaza Yemá el Fna de Marraquech, donde tuvo lugar ayer el atentado que costó la vida a 16 personas, ha recuperado esta mañana una relativa normalidad, y tan solo el café donde se produjo la explosión sigue acordonado mientras la policía científica investiga los hechos.

Marruecos apunta a Al Qaeda como responsable del atentado de Marraquech
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Marraquech (Marruecos).- La plaza Yemá el Fna de Marraquech, donde tuvo lugar ayer el atentado que costó la vida a 16 personas, ha recuperado esta mañana una relativa normalidad, y tan solo el café donde se produjo la explosión sigue acordonado mientras la policía científica investiga los hechos.

Según el último recuento oficial, ya son 16 las personas fallecidas y 20 las que resultaron heridas tras el atentado que azotó el corazón turístico de la ciudad de Marraquech, en el sur de Marruecos.

"Las autoridades policiales bajo la supervisión de la Fiscalía General continúan sus investigaciones para encontrar a los autores de este acto. Hasta el momento no hay más novedades", indicó a Efe el ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno, Jalid Naciri.

Según pudo comprobar Efe, un equipo de la policía recopila información en el lugar de los hechos, mientras que decenas de curiosos se pasean por los alrededores del café Argana, para observar los destrozos del local.

"Los que han perpetrado este atentado no son marroquíes y no merecen serlo. Nos quieren quitar nuestro medio de vida. Nosotros vivimos de esta plaza", comentó a Efe un comerciante.

Pese al atentado de ayer, la normalidad vuelve a la plaza de Yemá el Fna, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, y a primera hora de la mañana los comerciantes se colocaban en sus respectivos lugares para vender sus productos a los turistas.

"Esto es feo. No va dará ningún resultado", explicó a Efe uno de los curiosos que llegó a la ciudad para observar lo ocurrido.

Mientras, al aeropuerto de Marraquech continúan llegando turistas de diferentes nacionalidades, algunos de ellos todavía ajenos a lo que sucedió ayer en la plaza.

La presencia policial en las inmediaciones del aeropuerto es algo más intensa de lo habitual, aunque las medidas de seguridad continúan siendo las mismas.

El ministro del Interior marroquí, Taieb Cherkaui, aseguró ayer que el atentando de es "un acto de terrorismo causado por un artefacto explosivo que provocó una fuerte deflagración".

Cherkaui agregó que un equipo médico especializado mantiene informadas a las familias de las víctimas y les ofrece todo el apoyo psicológico necesario, y también se ha puesto a disposición de los afectados un número de ayuda telefónica.

El de ayer fue el atentado más sangriento en Marruecos desde el 16 de mayo de 2003, cuando una cadena de actos suicidas en la ciudad de Casablanca acabó con la vida de 45 personas, entre ellas cinco españoles. EFE

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