Tras controlar 'narcoavionetas', Perú le pone el ojo a la salida de droga por mar

  • En Perú, ha sido tal la impunidad de las 'narcoavionetas' que llegan desde Bolivia, que hasta su aterrizaje es representado en los carnavales de los valles cocaleros. Las autoridades tienen, desde enero, autorización para derribarlas, y han obligado a las bandas a sacar su producto por mar.

En el mayor productor mundial de cocaína, las avionetas del narcotráfico realizaban hasta diciembre 4 vuelos diarios en el VRAEM (Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro), la mayor franja cocalera de Perú, una zona donde también se cobijan los remanentes de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso.

En una reciente danza de carnaval en el distrito de Pichari, provincia de la Convención, en el Cusco, un grupo de pobladores acondicionó una moto y la 'disfrazó' de avioneta con bandera boliviana, y escenificó el cargado de droga. El video fue subido a internet.

Para ello usan pistas ilegales en medio de la tupida selva, que luego el ejército destruye. "Pero luego son reconstruidas incluso por los mismos pobladores, quienes encuentran en esta labor una fuente de ingreso", comenta un militar peruano a la AFP.

Ante ese problema, por ley la Fuerza Aérea puede interceptar en el aire a las 'narcoavionetas' e incluso derribarlas si no acatan las órdenes de aterrizar. Usualmente estas pueden cagar 150 kg de cocaína por viaje y llevar 500.000 dólares en dinero líquido.

"La decisión de Perú ha sido la más adecuada y altamente disuasiva porque se ha reducido drásticamente el número de esos vuelos en las fronteras. En los últimos meses no hemos tenido casi noticias o avistamientos", explica a la AFP el zar antidrogas peruano, Alberto Otárola.

La medida implica la reanudación unilateral de una estrategia aérea de lucha contra el narcotráfico que Perú aplicaba en cooperación con Estados Unidos en la década de 1990.

Perú suspendió la interceptación de vuelos en 2001, cuando un avión caza peruano derribó por error una avioneta con misioneros estadounidenses y murieron dos personas.

Otárola aclara que disparar es el último recurso. "La última decisión contempla intervenir con armas al avión perfectamente identificado como transportador no sólo de drogas, sino de químicos que se usan para elaborarlas y que pueden afectar el medio ambiente o la salud", agrega.

Perú produce unas 350 toneladas de cocaína al año, que mueven unos 8.500 millones de dólares, según cifras oficiales. Y la droga que no sale por aire busca la vía marítima, en lo que se conoce como el 'preñado' de contenedores.

¿Cómo funciona? Después de pasar los controles de seguridad, un trabajador cómplice en el puerto del Callao -el mayor del país- rompe el cinto de seguridad del contenedor, coloca un maletín con droga y lo vuelve a cerrar con un cinto de seguridad clonado.

El contenedor se embarca sin problemas y cuando llega al país de destino, otro cómplice vuelve a abrirlo, retira el maletín con droga y coloca un nuevo cinto. Ni exportador ni importador se enteraron de lo que pasó. Los primeros casos de este tipo salieron a la luz el año pasado.

Estas bandas están enfrascadas en una guerra por liderar el tráfico, con más de 90 muertes, lo que obligó al gobierno a declarar a la provincia del Callao, vecina de Lima, en estado de emergencia.

"Es una modalidad muy peligrosa, porque usa como vehículos a empresas exportadoras respetadas y puede afectar su prestigio comercial. Uno de los mayores agroexportadores del Perú ya fue golpeado con esto", explica a la AFP el intendente de Gestión y Control Aduanero, Gustavo Romero.

"Al encontrarles drogas, todos sus envíos son inspeccionados al mínimo causando retrasos y bajas en sus ventas", agrega.

Perú ha creado un programa llamado Operador Económico Autorizado (OEA), para certificar y asegurar la celeridad de sus envíos a las empresas a que garanticen la seguridad con sensores electrónicos, verificando antecedentes de sus trabajadores e instalando cámaras para verificar el llenado del producto sin dejar espacios.

La iniciativa se comparte en las reuniones preparatorias para el foro APEC de noviembre en Lima y se prepara un acuerdo con Estados Unidos y Corea del Sur para reconocer mutuamente a empresas certificadas.

"Para Estados Unidos esto es prioridad. En un contenedor puede llegar una bomba y bloquear el puerto de Los Ángeles. ¿De dónde puede venir? ¿Qué pasa si en un embarque peruano detectan que viaja algo así? Al otro día nos cierran el mercado", detalla Romero.

Ello también implica crear un patrullaje acuático aduanero. El año pasado se detuvo a buzos que cargaban droga en una embarcación que iba a Europa.

mav/jb

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