Tres japoneses ejecutados en China por tráfico de drogas

Pekín.- Tres japoneses fueron ejecutado hoy en China por tráfico de drogas después de que el pasado martes otro fuese ajusticiado por el mismo delito, informa la agencia oficial de noticias Xinhua.

Pekín dijo hace tiempo a Tokio que ejecutaría a estos tres narcotraficantes, cuyas identidades son Teruo Takeda, de 67 años, Hironori Ukai, 48 años, y Katsuo Mori, 67 años.

La prensa japonesa informó ayer de que los familiares de los tres condenados a la pena capital se reunieron ese mismo día con ellos en los respectivos centros penitenciarios donde se encontraban.

Takeda fue acusado de comprar unos 5 kilos de estimulantes en junio del 2003, Ukai fue detenido un mes después con 1,5 kilos de drogas que pretendía lleva a Japón desde el aeropuerto de Dalian y Mori fue condenado por intento de contrabando de 1,25 kilos de droga. No se especifica de qué droga se trata.

La ejecución el pasado martes de Mitsunobu Akano, de 65 años, supuso la primera pena capital aplicada a un ciudadano de Japón en China desde que ambos países normalizaron sus lazos diplomáticos en 1972.

Akano fue condenado a muerte en junio del 2008 tras ser detenido en el año 2006 con 2,5 kilos de estupefacientes que pretendía llevar a Japón desde el aeropuerto de Dalian.

"Las autoridades judiciales de China tratarán los casos de acuerdo con la ley", dijo este miércoles la portavoz de turno de la cancillería china, Jiang Yu, al ser preguntada por las ejecuciones de los tres hombres.

El régimen comunista modificó en el 2004 el sistema judicial chino obligando a que todas las penas de muerte fueran revisadas por el Tribunal Supremo (antes sólo bastaba con la confirmación de judicaturas locales), lo que ha conseguido un notable descenso.

Aunque no hay cifras oficiales publicadas porque ello se considera secreto de Estado, el descenso, según diversas fuentes, puede estar entre el 20 y el 50 por ciento.

En Japón, el máximo castigo legal por tráfico de drogas es la cadena perpetua y no la pena de muerte, como en China, donde está considerado un delito grave.