Tres presuntos etarras serán juzgados mañana en el Correccional de París

París.- El Tribunal Correccional de París juzga mañana a los presuntos etarras Urtzi Zubizarreta Lizundia, Oier González Bilbatua y Egoitz Urriticoechea por asociación de malhechores con fines terroristas, entre otros cargos.

Los dos primeros fueron arrestados el 28 de julio de 2005 en Grenoble, en el sureste de Francia, cuando trataban de robar un automóvil.

Además de asociación de malhechores, estos dos presuntos terroristas serán juzgados por tenencia y transporte de armas y municiones, intento de robo y receptación de un vehículo, y por llevar documentación falsa.

Sobre el tercero, Egoitz Urriticoechea, de 25 años, pesa una orden de arresto y será juzgado en rebeldía.

Se sospecha que Urriticoechea, que pasó a la clandestinidad en 2003, pudo tener un papel relevante en la coordinación de actividades de grupos de jóvenes de la izquierda radical.

Urtzi Zubizarreta, de 26 años y nacido en San Sebastián, se identificó como militante de ETA cuando fue detenido junto a González.

Llevaba consigo documentación de identidad francesa, un carné de conducir británico, y un DNI español, todos ellos falsos, así como una pistola semiautomática con seis balas en el cargador.

Su compañero en el intento de robo, González Bilbatua, de 30 años y nacido en Mundaca (Vizcaya) también estaba en posesión de documentación falsa similar y de un revólver del calibre 38.

Las fuerzas de seguridad descubrieron el ADN de ambos en algunos objetos que llevaban en las mochilas en el momento de la detención, lo que los vinculaba con la organización terrorista.

Así en las mochilas había, entre otras cosas, material informático, incluido un manual de formación sobre las técnicas de ETA, documentación y seguros de automóvil, sistemas de codificación, ficheros codificados y fotos de varios activistas de la banda.

En el caso de Zubizarreta, se sospecha que formó parte de los aparatos militar e internacional de ETA, mientras que González, alias "Otxan", podría estar vinculado al aparato militar, donde se cree que pudo haber ejercido de instructor.

Antes de trasladarse a Francia, González participó también en varios actos de violencia callejera en España en 1997, por los que fue detenido y encarcelado durante unos días en febrero de 1998, tras lo que pasó a la clandestinidad.

Zubizarreta, conocido igualmente por su implicación en actos de violencia callejera, pasó a la clandestinidad en 2001, tras la muerte de Olaia Castresana, la presunta etarra que murió en Torrevieja (Alicanta) al estallarle un artefacto cuando lo manipulaba, con la que le relacionó la policía española.