Tribunal de Cuentas de la UE pide revisar las ayudas financieras a Palestina

  • El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea (UE) publicó hoy un informe en el que cuestiona la sostenibilidad del programa europeo de ayudas financieras a la Autoridad Palestina (PEGASE) y pide a las instituciones comunitarias que hagan "revisiones importantes".

Bruselas, 11 dic.- El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea (UE) publicó hoy un informe en el que cuestiona la sostenibilidad del programa europeo de ayudas financieras a la Autoridad Palestina (PEGASE) y pide a las instituciones comunitarias que hagan "revisiones importantes".

"Aunque la Comisión Europea (CE) y el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) han tenido éxito al apoyar a la Autoridad Palestina en circunstancias difíciles, hay un número de aspectos del planteamiento actual que necesitan cada vez más de una revisión", indicó el responsable del informe, Hans Gustaf Wessberg, en un comunicado.

Wessberg afirmó que "se necesitan revisiones importantes" para animar a la Autoridad Palestina (AP) a que emprenda más reformas, especialmente en relación a su servicio civil, así como encontrar el modo de que Israel haga lo necesario para que el programa sea efectivo.

La Corte ha hecho una auditoría del proyecto PEGASE, que aportó mil millones de euros en financiación para los territorios palestinos ocupados entre 2008 y 2012, y ha concluido que se necesitan mejoras en la gestión de los fondos, que se destinan esencialmente a ayudar a la Autoridad a pagar salarios, pensiones y subsidios, así como a mantener los servicios públicos y mejorar las finanzas públicas.

La CE, por su parte, se congratuló en un comunicado de que la auditoría "no haya encontrado pruebas de corrupción" en la gestión y aseguró que revisará junto con la SEAE el programa teniendo en cuenta las recomendaciones de la Corte.

En concreto, el Tribunal de Cuentas señaló como problemas retrasos en los pagos de los salarios por parte palestina, algo que atribuyó al descenso de fondos y al incremento de beneficiarios, al tiempo que indicó que ciertos trabajadores en Gaza están siendo pagados aún cuando no acuden a trabajar debido a la situación política.

A ello, apuntaron, se suma el déficit presupuestario palestino, que dificulta las reformas en materia financiera y los obstáculos que Israel pone al desarrollo económico de los territorios ocupados,

En este sentido, la CE defendió que los retrasos en los pagos se deben a las "dificultades financieras generales" de la Autoridad Palestina.

Además, explicó que la situación de los civiles en Gaza "es compleja" y abogó por encontrar una solución que permita seguir ayudándoles respetando al mismo tiempo las recomendaciones de la Corte.

Las recomendaciones del Tribunal pasan por planificar los préstamos de forma plurianual, elaborar indicadores que midan la efectividad del programa, y poner condiciones para las futuras ayudas, de manera que éstas dependan de los progresos de la Autoridad Palestina en sus reformas sociales y financieras.

También abogaron porque se reduzcan los costes de administración del PEGASE subcontratando algunos servicios y se aumente el compromiso con Israel para determinar qué debe hacer el país para que el programa funcione.

Bruselas explicó que ya revisa regularmente el programa teniendo en cuenta los cambios sobre el terreno y que dispone de canales de verificación "robustos", al tiempo que accedió a crear nuevos indicadores.

Sin embargo, no se mostró partidario de poner condiciones a la concesión de ayudas por considerar que "no sería efectivo".

"En última instancia la sostenibilidad de la asistencia de la UE en este campo solo puede ser asegurada por los progresos políticos en la reconciliación de los propios palestinos entre sí y, por encima de todo, por el final de la ocupación Israelí", apuntó el Ejecutivo comunitario.

La cooperación entre la UE y la Autoridad Palestina se produce en "circunstancias particulares", ya que este ente no tiene los poderes de un gobierno estatal, el territorio está ocupado por Israel y la Franja de Gaza está controlada de facto por grupos con los que la UE no tiene relación, recordaron.

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