Trinidad Jiménez, la escudero fiel de Zapatero

  • Tardó cinco años en entrar en uno de los gobiernos de Zapatero, a pesar de ser una de las artífices de la Nueva Vía que encumbró a su líder como secretario general del PSOE. Ahora tiene que cumplir otro encargo: lidiar con Esperanza Aguirre en Madrid, siempre que consiga ganar antes a Tomás Gómez en las primarias.
Trinidad Jiménez
Trinidad Jiménez
Raúl Arias
lainformacion.com

Una vez más la actual ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, tiene que cumplir un complicado encargo de Zapatero. Ya le tocó pelear con Gallardón en 2003, ahora tendrá que lidiar con Esperanza Aguirre por la Comunidad de Madrid si es que consigue ganar a Tomás Gómez en las primarias del PSM.

Hasta ahora se había mantenido en un discreto segundo plano, a la espera de que Gómez diera su brazo a torcer para no provocar unas primarias. Pero al confirmar su candidatura, se abre un periodo de inestabilidad dentro del PSOE porque hasta finales de septiembre no se celebrarán las primarias.

Desde el entorno del Ejecutiva Nacional, al secretario general del PSM se le ha pedido reflexión para "hacer lo mejor" para el socialismo, olvidando que su propio líder, José Luis Rodríguez Zapatero, se encumbró a la dirección nacional del PSOE a través de unas primarias que ganó por sorpresa en el año 2000.

Y fue precisamente Trinidad Jiménez una de las artífices de la Nueva Vía, junto a otros históricos del partido, como Blanco, Caldera o Sevilla, que en el año 2000 apoyaba a un desconocido de León. Esta lealtad no fue premiada con un alto cargo hasta la última remodelación del Gobierno, cuando Zapatero por fin le abrió la puerta de su Gabinete.

Sin embargo, el líder socialista también le hizo entonces un complicado encargo y sorprendió a muchos al darle la cartera de Sanidad y Asuntos Sociales a un jurista experta en Derecho Internacional. El objetivo de su líder era claro: darle un mayor peso político a este Ministerio, hasta entonces en manos del científico Bernat Soria.

Y para darle ese carácter gestor y político, el presidente del Ejecutivo pensó en uno de sus fieles escuderos: Trinidad Jiménez. Un peón que ahora tendrá que volver a mover, ya que las elecciones autonómicas se celebrarán en mayo del próximo año.

Su trayectoria política

Esta lealtad ya llevó a Jiménez a bregar  por el Ayuntamiento de Madrid con Alberto Ruíz Gallardón en una campaña aún recordada, a pesar de su derrota en las elecciones de 2003. De la política municipal dio el saltó a la nacional a través de la Secretaria de Estado para Iberoamérica, dado su perfil de jurista internacional.

Como responsable de Sanidad, una cartera complicada por las transferencias autonómicas, destaca su decisión de endurecer la Ley Antitabaco, cinco años después de su entrada en vigor. Una intención que está volviendo a levantar la polémica, sobre todo después de la inversión de bares y restaurantes para adecuarse a la normativa vigente.

Sin embargo, su paso como responsable de Sanidad también será recordada por la gestión durante la epidemia declarada por la OMS de la Gripe A, sobre todo por los carteles publicitarios en los que se advertía del peligro de besarse.

Entre sus logros conseguidos al frente de esta cartera, destaca el pacto que consiguió arrancar a las comunidades autónomas para reducir el elevado gasto sanitario en tiempos de la crisis económica mundial.

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