Trinidad Jiménez, la escudero fiel

  • Pese a su derrota en las primeras socialistas en Madrid, Rodríguez Zapatero premia a una de sus más fieles colaboradoras. Esta malagueña afincada en Madrid, tardó cinco años en entrar en uno de los gobiernos de Zapatero, a pesar de ser una de los artífices de la Nueva Vía que encumbró a su líder como secretario general del PSOE. Se atrevió a pelear con Gallardón por Madrid y con un ministerio del que no es especialista.
Caricatura de Trinidad Jiménez
Caricatura de Trinidad Jiménez
Raúl Arias
C. Ibáñez

Cambia Sanidad por Asuntos Exteriores y su hasta ahora ministerio pasa a cargo de Leire Pajín

La escudero fiel del presidente del Gobierno vuelve a recibir un premio de su líder. Su futuro estaba en el aire después de perder las primarias socialistas en Madrid frente a Tomás Gómez. Una derrota que escoció directamente al José Luis Rodríguez Zapatero, que no se había mordido la lengua a la hora de apoyar efusivamente en público a una de sus más estrechas colaboradoras.

En la última remodelación del Gobierno, en abril de 2009, José Luis Rodríguez Zapatero por fin le abrió la puerta, aunque sorprendió a muchos al darle la cartera de Sanidad y Asuntos Sociales a un jurista experta en Derecho Internacional. El objetivo de su líder era claro: darle un mayor peso político a este Ministerio, hasta entonces en manos del científico Bernat Soria.

Y para darle ese carácter gestor y político, el presidente del Ejecutivo pensó en uno de sus fieles escuderos: Trinidad Jiménez. La malagueña fue una de las socialistas que idearon la Nueva Vía, junto a otros históricos del partido, como Blanco, Caldera o Sevilla, que apoyaron a un desconocido de León como candidato a la secretaria general del PSOE.

Este verano la polémica ha girado en torno suyo al presentarse, de la mano de Zapatero y de la Ejecutiva Federal, como candidata socialista a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, frente a Tomás Gómez, secretario general del PSM. Pero su derrota no tenido cástigo sino premio.

Esta lealtad ya le había llevado a Jiménez a bregar por el Ayuntamiento de Madrid con Alberto Ruíz Gallardón en una campaña aún recordada, a pesar de su derrota en las elecciones de 2003. De la política municipal dio el saltó a la nacional a través de la Secretaria de Estado para Iberoamérica, dado su perfil de jurista internacional.

Como responsable de Sanidad, una cartera complicada por las transferencias autonómicas, destaca su decisión de endurecer la Ley Antitabaco, cinco años después de su entrada en vigor. Una intención que está volviendo a levantar la polémica, sobre todo después de la inversión de bares y restaurantes para adecuarse a la normativa vigente.

Sin embargo, su paso como responsable de Sanidad también será recordada por la gestión durante la epidemia declarada por la OMS de la Gripe A, sobre todo por los carteles publicitarios en los que se advertía del peligro de besarse.

Entre sus logros conseguidos al frente de esta cartera, destaca el pacto que consiguió arrancar a las comunidades autónomas para reducir el elevado gasto sanitario en tiempos de la crisis económica mundial.

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