Turquía, favorable a una operación terrestre en Siria con sus aliados

  • Turquía afirmó el martes que es partidaria de una intervención militar terrestre de la coalición internacional liderada por Estados Unidos en Siria, lo cual podría dificultar aún más la aplicación de la tregua que debía iniciarse esta semana.

"Queremos una operación terrestre con nuestros aliados internacionales", dijo un alto funcionario turco que requirió el anonimato, el cual precisó que "no habrá una operación militar unilateral de Turquía en Siria".

Las grandes potencias, cada vez más implicadas en el conflicto en el que apoyan al régimen o a la oposición, acordaron el viernes un alto el fuego que tendría que entrar en vigor esta semana así como el acceso de la ayuda humanitaria a las ciudades asediadas.

Pero en los últimos días el conflicto ha ganado en intensidad. Por una parte el régimen ha intensificado su ofensiva en la provincia de Alepo contra grupos islamistas y rebeldes del Frente Al Nosra, la rama siria de Al Qaida.

Por otro lado, en la misma región, Turquía ha empezado a bombardear con artillería, desde su territorio, a las milicias kurdas al otro lado de la frontera.

Ante el avance de las milicias kurdas en Siria, Turquía seguía este martes por cuarto día consecutivo con sus ataques de artillería contra posiciones kurdas en el norte de Alepo.

De madrugada la artillería turca bombardeó la ciudad de Tall Rifaat, un bastión rebelde ahora en manos de los kurdos, indicó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.

Las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), las milicias kurdas en Siria, siguen avanzando en la provincia de Alepo aprovechando la debilidad de los rebeldes frente a la ofensiva del régimen.

Estados Unidos, muy implicado en el conflicto porque lidera la coalición contra los yihadistas del Estado Islámico (EI), pidió el lunes a Rusia y Turquía que eviten una escalada.

Rusia denuncia "acciones agresivas" de Turquía en Siria y le acusa de "apoyo directo al terrorismo internacional".

El martes, el primer ministro turco Ahmet Davutoglu respondió acusando a Rusia de bombardeos "bárbaros" y "cobardes" y advirtió que si continúa habrá "una respuesta muy resuelta".

El lunes, cerca de 50 civiles, entre ellos varios niños, murieron en bombardeos contra hospitales y escuelas en las provincias de Idlib y Alepo, en el norte del país, según la ONU. Un ataque condenado por la Unión Europea, Francia y Estados Unidos y que una oenegé atribuyó a Rusia.

Sin embargo Moscú lo niega rotundamente y el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov dijo el martes que se trata de "acusaciones infundadas".

El 1 de febrero el régimen lanzó una gran ofensiva en la provincia de Alepo, según el presidente sirio Bashar al Asad para cortar las vías de suministro desde Turquía a los rebeldes que controlan varios barrios de la ciudad del mismo nombre.

Si lo consigue, el este de la ciudad quedaría aislado con miles de personas dentro. La ofensiva ya ha llevado a miles de civiles a huir de la zona y están refugiados en la frontera turca que por el momento sigue cerrada.

En este contexto, el emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, se reunió este martes en Damasco con el ministro de Exteriores, Walid Mouallem.

"Hemos hablado en particular del acceso de la ayuda humanitaria a todas las regiones asediadas, no solo por el gobierno sino también por la oposición y el grupo Estado Islámico" dijo Mistura, que anunció nuevas reuniones durante la jornada.

Auspiciadas por la ONU, las negociaciones de paz con representantes del régimen y la oposición empezaron a principios de febrero en Ginebra pero fueron suspendidas a los pocos días y Mistura espera reanudarlas el próximo día 25.

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