Últimos días de la campaña presidencial en Haití ante los comicios del domingo

  • Puerto Príncipe.- Haití vive los últimos días de la campaña para los comicios del domingo con gran actividad electoral pero con poca profundidad en los análisis de cuestiones esenciales por parte de Mirlande Manigat y Michel Martelly, los dos candidatos a la Presidencia.

Puerto Príncipe.- Haití vive los últimos días de la campaña para los comicios del domingo con gran actividad electoral pero con poca profundidad en los análisis de cuestiones esenciales por parte de Mirlande Manigat y Michel Martelly, los dos candidatos a la Presidencia.

La exprimera dama Mirlande Manigat, del Reagrupamiento de los Demócratas Nacionalistas Progresistas (RDNP) y el cantante Michel Martelly, de Repons Peyizan (Respuesta Campesina) han recorrido el país durante la campaña, que acabará el viernes y ha estado marcada por incidentes con al menos dos muertos y un desaparecido, según organizaciones de derechos humanos.

Las fotos y grandes pancartas, los espacios pagados en periódicos y las cuñas radiales y televisivas con los eslóganes acompañados de música popular han reaparecido para promover las candidaturas en esta campaña, la primera en la que se enfrentan dos candidatos.

Esta febril actividad electoral hace esperar una alta participación entre los cuatro millones de votantes llamados a las urnas a esta segunda vuelta tras los comicios de noviembre pasado.

Los haitianos confían en que estas elecciones logren cambios para su país, históricamente castigado por las catástrofes naturales, la inestabilidad política y la elevada pobreza.

Con un desempleo del 70 % y una pobreza extrema que afecta al 80 % de la población, el Producto Interior Bruto de Haití era de 6.495 millones de dólares en 2010, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) y su PIB por habitante 659 dólares, lo que le convierte en el país más pobre de América.

Las encuestas sitúan por delante a Martelly, quien contaría con un 50,8% de intención de voto, frente al 46,2% de Manigat, según un sondeo de la Oficina de Investigación Informática para el Desarrollo Económico y Social (BRIDES).

Otro estudio anterior, realizado por la firma Dagmar a principios de febrero y difundido por la oficina de campaña de Martelly, otorgaba al cantante el 60,3 por ciento, frente al 38,9 por ciento de su oponente.

En cuanto a las estrategias de campaña, la de Martelly parece haberse centrado en él mismo y se ha caracterizado por un estilo simple y directo.

La de Manigat, por contra, ha sido más participativa y ha contado con el apoyo de parlamentarios u otros líderes y la intervención de ciudadanos.

Martelly promete escuela gratuita para todos los niños, crear escuelas de formación profesional y descentralizar servicios, la mayoría de ellos ubicados en Puerto Príncipe.

Anuncia acciones para la recuperación agrícola, la creación de centros públicos de compra de productos agrícolas y una línea de crédito bancario para campesinos.

Otros temas abordados por Martelly son el seguro médico para todos, la creación de puestos de trabajo, la recuperación del orden y la autoridad del Estado, la electrificación, el agua potable, el desarrollo de Internet y la construcción de puertos y aeropuertos en capitales regionales.

La líder demócrata cristiana Mirlande Manigat defiende, por su parte, una política para la protección de la familia y promete la aplicación de una ley, pendiente en el Parlamento, que favorece la responsabilidad paterna, la protección de los niños y de las mujeres.

Manigat aboga por grandes inversiones en educación y en el sistema de protección social y defiende un sistema que permita a las familias con tres o más hijos recibir un subsidio mensual del Estado.

La candidata planea también ofrecer una cobertura de seguro médico a los agentes de policía y pagar los salarios de los docentes que acumulan más de cinco años de retraso salarial.

Para Manigat, llegó el momento de confiar el poder a una mujer como primera presidenta electa, lo que expresa por medio del lema "Ban m manman m" ("Dame a mi madre" en créole, idioma oficial con el frances).

Sin embargo, analistas estiman que no se ha profundizado en varios temas importantes para el futuro de Haití, como la manera de alojar a casi un millón de personas que siguen viviendo bajo carpas desde el terremoto.

Tampoco se ha hablado con detenimiento de un plan de reforma judicial que podría eliminar las múltiples preocupaciones existentes en cuestiones como la impunidad, el sistema carcelario y la independencia de la magistratura.

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